Colombia concluyó la negociación para la adquisición de 17 aviones de combate Gripen, equipados con armamento de guerra de alto nivel y tecnología de última generación, en un acuerdo valorado en 16,5 billones de pesos (más de 4.466 millones de dólares), informaron este jueves fuentes del Gobierno a medios colombianos.
Tras 48 horas de conversaciones con la compañía sueca SAAB, ambas partes cerraron el contrato que permitirá a la Fuerza Aeroespacial Colombiana renovar su flota y reemplazar los actuales aviones Kfir.
El paquete incluye no solo las aeronaves, sino también sistemas avanzados de sensores, soporte logístico y adecuaciones en las pistas donde operarán los nuevos aparatos.
Según las mismas fuentes, los primeros 100.000 millones de pesos (unos 27 millones de dólares) serán desembolsados en 2026, año en el que también comenzará la ejecución presupuestal del paquete completo.
El cronograma preliminar prevé que los Gripen llegarán de manera escalonada entre 2027 y 2032. No obstante, el presidente Gustavo Petro mantiene la expectativa de que el primer avión pueda arribar al país antes de finalizar su mandato.
Este acuerdo quedó asegurado después de superar ajustes técnicos y administrativos de última hora que habían retrasado el proceso.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, había anticipado el 4 de noviembre que el contrato debía formalizarse antes de finalizar el mes, destacando la urgencia de robustecer la capacidad aérea del país.
“Lo más seguro es que ocurra en este mes de noviembre. Si bien es cierto hicimos una anticipación en marzo, fue necesario hacer unos ajustes durante todo el cronograma y por eso esperamos que en noviembre ya esté firmado este contrato para proteger nuestra nación con una capacidad de superioridad aérea supremamente importante”, afirmó entonces el ministro.
Sánchez insistió en que las demoras no respondían a motivos políticos ni financieros, sino a una revisión minuciosa de los términos contractuales y al cumplimiento de los procedimientos exigidos por las entidades del Estado.
Con la firma del acuerdo, Colombia asegura la transición hacia una flota de combate moderna, mientras avanza en su objetivo de fortalecer la defensa aérea y la operatividad de su Fuerza Aeroespacial. (I)










