La poesía de José María Egas, Federico García Lorca, Rubén Darío, entre otros, fueron declamados en voz. Su precoz talento la llevó a presentarse en escenarios de España, Chile, Colombia, Estados Unidos, y por supuesto de Ecuador. Stella Annunziata Caputi Campodónico es recordada como una de las mejores declamadoras que ha tenido el país, su trayectoria está documentada en el libro Annunziata Caputi: insigne declamadora ecuatoriana, elaborado por sus hermanas Jenny Caputi de García y Luisa Caputi de Cuesta.

En su prólogo, la escritora Rosa Amelia Alvarado la define como una pequeña, de apariencia frágil y ojos muy expresivos. “Mas, al subir a los escenarios, su voz surgía cargada de matices, candencias y pasión, entonces, la delicada figura se agigantaba al interpretar los textos poéticos. No solo declamaba, sino que al hacerlo, la poesía se encarnaba en ella...”, menciona Alvarado, quien refiere que el libro es una evocación, el testimonio de una vida y de una época.

Publicidad

Annunziata Caputi nació el 7 de febrero de 1928. Su camino por la recitación lo emprendió a los 6 años en la tradicionales fiestas escolares. Su debut lo reseña el libro en una de sus páginas: “La destacada poeta y activista Rosa Borja de Icaza la escuchó y organizó su presentación en el Teatro Olmedo en diciembre de 1936 a beneficio de la Legión Femenina de Educación Popular, lo que constituyó un verdadero éxito”.

De esta presentación, el libro también incluye el extracto de un artículo escrito por la historiadora Jenny Estrada, en el que narra: “Contaban nuestros padres, que antes de finalizar la década de los años treinta surgió una precoz artista que con solo 8 años de edad en su debut arrancó los más sonoros aplausos e hizo derramar lágrimas de emoción a quienes acudieron a verla en el escenario del Teatro Olmedo (...) sobrecogidos de emoción, la ovacionaron, mientras el poeta, historiador y periodista Dr. Abel Romeo Castillo la proclamaba Niña prodigio del Guayas”.

Publicidad

Es así, como la obra de 300 páginas recoge los momentos más célebres de la declamadora, que su época fue una embajadora de la cultura. El libro contiene fotografías de ella con su familia e importantes figuras de la literatura, gráficas de cartas y notas periodísticas. También fragmentos artículos de la prensa que recogen sus varias presentaciones nacionales e internacionales. E incluso rememora la vez que en 1938 conoció a Gabriela Mistral y recitó ante ella el poema Beso.

“Usted es un niña privilegiada, a la que hay que guardar como un tesoro, usted es la intérprete de mañana para los poetas de nuestra América. Nuestra pequeña declamadora (...). Defiende tu alma de los patrones y guárdate los consejos. Atiende a ti y óyete”, dijo la chilena en su visita a Guayaquil.

Es así como Annunziata Caputi: insigne declamadora ecuatoriana, se convierte en esa memoria sagrada que guarda los momentos más importantes que vivió esta consagrada declamadora, que se retiró de los escenarios a los 23 años. (I)