“¿Y si nadie me lee?”, “¿Y si a nadie le gusta?”, “¿Y si recibo comentarios malos?”; estos eran los miedos hechos palabras que martirizaban la mente de la caleña Angie Ocampo (26) cuando empezó a escribir. Sin embargo, decidió canalizar estas sensaciones y puso en práctica su espíritu “berraco”, como una auténtica colombiana. “Dije que esto es para divertirme, para practicar mi escritura, para compartir la historia que tengo en mi cabeza con alguien más...”, rememora la autora de Backsatge en un zoom con este diario.