Tomas Estes, el hombre que renunció como maestro de lengua y literatura a nivel bachillerato para abrir bares y restaurantes mexicanos en toda Europa, con lo que ayudó a transformar la imagen del tequila de una bebida barata consumida en las fiestas de jóvenes universitarios a una bebida de prestigio que podía colocarse en una repisa junto al coñac y el whisky puro de malta, falleció el 25 de abril en su casa de Ashland, Oregon, a la edad de 75 años.