Ocurrió al inicio de la pandemia. Y, sin embargo, la mexicana Salma Hayek había logrado mantener este singular dato oculto de los medios. Pero acaba de confesar a la revista Variety que, hace poco más de un año, contrajo el COVID-19 y que se sintió tan mal que consideró que podía fallecer.
“Mi médico me suplicó que fuera al hospital, porque estaba muy mal”, expresó Hayek en la entrevista. “Dije: ‘No, gracias. Preferiría morir en casa’”. Se refiere a su vivienda en Londres, donde la acompañaron su esposo, el presidente ejecutivo y propietario del grupo comercial Kering, el multimillonario François-Henri Pinault, de 58 años, y su hija, Valentina, de 13 años de edad.
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La estrella de 54 años, famosa por películas como Desperado (1995) y Frida (2002, por la cual ganó el Óscar a mejor actriz), agregó que permaneció aislada en su hogar durante siete semanas y que recibió oxígeno. Y, tras haber superado los peores síntomas, Salma ha dedicado buena parte del año anterior y de este 2021 a recuperarse de las secuelas que le produjo la enfermedad. Incluso relató que aún no tiene la misma energía que sentía antes de ese difícil episodio.
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Variety añadió que ahora luce de buen humor por sus actuales papeles en Hitman’s Wife’s Bodyguard, Eternals y House of Gucci, esta última del director Ridley Scott y con un reparto que incluye a Lady Gaga, Adam Driver, Jared Leto, Jeremy Irons y Al Pacino. Su estreno está previsto para noviembre de este año. (I)