No había tiempo para planificación, sino para decisiones rápidas. Con maletas a medio llenar y solo con lo indispensable, la periodista ecuatoriana Ruth del Salto, su esposo e hijos abordaron un vuelo desde Doha, ciudad qatarí en la que residían desde hace tres años, ante el creciente riesgo de ataques militares cerca de las bases nucleares en la región del golfo.