Los icónicos atuendos que usó la reina Isabel II a lo largo de su reinado estuvieron casi siempre acompañados por piezas de joyería de la Corona o de su colección privada, desde tiaras de diamantes hasta aretes de perlas, valoradas en millones de dólares.
Tras su muerte en el Castillo de Balmoral, este 8 de septiembre, muchos se preguntan qué pasará con las joyas de la reina y quién las usará después. Algunos rumores dicen que Isabel dejará su colección a Kate, la esposa de su nieto, el príncipe Guillermo, y Charlotte, la hija de ambos.
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Sin embargo, Lauren Kiehna, autora de “The Court Jeweler” (El joyero de la corte), explicó a Page Six que aún no se conoce el futuro de las joyas: “No conocemos todos los detalles sobre la propiedad de todas las joyas reales, y es probable que ahora no tengamos mucha información detallada sobre su herencia”. Y añadió: “Los testamentos reales están sellados, por lo que no podemos buscar orientación en esos documentos”
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Una teoría por la que se inclina Kiehna es que la reina Isabel siga la tradición de sus antepasados. “Creo que es muy probable que la Reina haya seguido los pasos de su abuela, la Reina María, y su madre, la Reina Isabel, la Reina Madre, y haya legado todas sus joyas directamente al nuevo monarca, el Rey Carlos III”, manifestó la autora e historiadora.
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Kiehna explicó que hay razones de impuestos por las que la reina pudo no haber regalado sus joyas individualmente y prefirió heredarlas a su primogénito. “Este método de herencia tiene beneficios tanto históricos como relacionados con los impuestos”, señaló, refiriéndose al alto impuesto a la herencia que se tendría que pagar por las joyas si se regalaran a individuos.
Aunque la monarca poseía todas las joyas de la Corona, en varias ocasiones se las prestó a miembros de su familia para eventos especiales. Según Kiehna, es probable que el Rey Carlos III continúe esta tradición mientras él se mantiene como dueño de la colección.
Las joyas más impactantes de la reina Isabel II
Tiara de las Niñas de Gran Bretaña e Irlanda
De la tiara, un regalo bodas de su abuela, la reina María, se dice que era su favorita. Isabel le apodaba “la tiara de la abuelita” pero su nombre oficial proviene del comité de mujeres que recaudaron dinero para comprárselo a la princesa María de Teck, también conocida como “Granny”, en el siglo XIX.
Tiara de Vladimir
La Tiara de Vladimir, de origen ruso, fue propiedad de la Gran Duquesa Vladimir y luego fue comprada por la Reina María, quien se la dejó a su nieta, Isabel. En esta imagen, la reina acompaña su tiara con un collar de diamantes que pertenecía a la Reina Victoria.
Collares y aretes de perla
El collar de tres hileras de perlas era, probablemente, el accesorio favorito de la monarca, pues acompañaba a casi todos sus atuendos durante el día. Lo que muchos no saben, es que Isabel tenía 3 collares muy parecidos. Uno fue un regalo de su abuelo, el rey Jorge V, el segundo fue un collar casi idéntico que le dio el emir de Qatar y se dice que la difunta reina hizo crear un tercero para ella.
Los aretes que hacían juego con el collar también eran de perlas, con una decoración de diamante en la parte superior, y fueron parte de la colección que recibió de su abuela.
La diadema de coronación de Jorge IV
La corona que usó la reina Isabel en 1953, fue hecha originalmente para la coronación del rey Jorge IV en 1820 y desde entonces ha sido usada por todos los monarcas ingleses. Está compuesta de 1.333 diamantes, 169 perlas, y tiene diseños de rosas, tréboles y cardos.
Según la tradición, se puede esperar ver a la reina Camila usar la corona en la coronación de su esposo, el rey Carlos III.
La pulsera de bodas de Edimburgo
Isabel contrajo matrimonio con el príncipe Felipe cuando ella aún no era reina. El brazalete que porta en la foto es un regalo de Felipe, hecho de diamantes Romanov que fueron tomados de una tiara desmantelada que la madre del príncipe le dio. Kate Middleton también ha usado la lujosa pieza de joyería en ciertos eventos.
Aretes colgantes de perlas de la reina Victoria
Los aretes de diamantes suspendidos con grandes perlas en forma de lágrima con detalles de diamantes en la parte superior fueron propiedad de la reina Victoria, quien a su vez los recibió como un regalo de su esposo, el príncipe Alberto.
Desde la muerte de Victoria, las piezas se convirtieron en reliquias de la corona y son usadas por la reina o la reina consorte, por lo que se puede esperar que los use la reina Camila para eventos formales. (E)