La última ronda de fotos de desnudos de Britney Spears tiene a sus seguidores divididos. Algunos dicen que es un símbolo de Britney celebrando su libertad, mientras que otros comentan que es una señal de que poner fin a la tutela puede haber sido una mala idea.

Britney publicó doce fotos de desnudos en Instagram el lunes, más reveladoras que otras publicaciones que había subido anteriormente con la misma tónica.

El fotógrafo Matt Bernstein ha sido uno de los defensores de las publicaciones. “La gente olvida que Britney estuvo en prisión diseñada por su padre durante los últimos trece años. Ella extraña los años en que todos éramos terribles en Instagram y usábamos esos filtros cursis en la aplicación. Ella se siente a sí misma. Déjenla ser”.

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La cantante de Toxic continuó con esa tendencia el lunes cuando publicó una serie de fotos que la mostraban posando frontalmente y completamente desnuda, con emojis de corazón sobre los genitales y las manos protegiendo su pudor. En total, compartió tres cargas con múltiples imágenes.

Sin embargo, las publicaciones fueron recibidas con críticas de varios seguidores de Spears, aludiendo a su tutela recientemente disuelta, cuando escribieron: “Empezando a pensar que aquellos que tenían el control tal vez deberían haberlo mantenido”. Otros estaban alarmados por las insinuaciones: “¿Alguien más aquí legítimamente preocupado?”.

Otros califican las críticas de hipócritas y señalan a otras celebridades que han hecho exactamente lo mismo. “¿Entonces Kim Kardashian puede hacer esto, pero Britney Spears no? ¿Y quieres llamarla loca cuando hace lo mismo que otras chicas están haciendo todo el tiempo?”.

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Kim Kardashian en la portada de 'Paper Magazine' en el 2014.

El hecho es que hay muchas celebridades más que han posado desnudas, incluidas Bella Hadid, Julia Fox, Christina Aguilera, Rihanna y Lizzo.

En cuanto a Britney, no se ha referido a los comentarios, pero en el pasado ha dicho que las fotos de desnudos la representan como una mujer libre y rebelde.

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En noviembre, una jueza de Los Ángeles, en California, suspendió al padre de Britney, Jamie Spears, como tutor del patrimonio de la artista, estimado en $ 60 millones. La medida había sido ordenada por un juez hace trece años, como una forma de protección ante problemas de salud mental que supuestamente estaban afectando su carrera.