Con la intención de poder ayudar a otras mujeres, la periodista puertorriqueña Bárbara Bermudo habló por primera vez de la enfermedad de implantes mamarios que llevaba unos cuatro años padeciéndolo sin saberlo, pues al inicio no daba con un diagnóstico o una causa de todas sus dolencias. “Creo que he tocado fondo con el tema de mi salud”, expresó en un video compartido el 15 de febrero en redes sociales.

“La enfermedad de los implantes mamarios sí es real”, dijo la comunicadora en referencia a la enfermedad conocida como el síndrome de Asia, una reacción autoinmune o inflamatoria atribuida a una sustancia extraña al organismo. En el caso de las prótesis mamarias, la sustancia extraña sería la silicona.

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Bermudo contó que se puso sus implantes hace 17 años y desde entonces no se los cambió, cuando la recomendación es hacerlo cada diez años.

Entre lágrimas confesó que de los 250 síntomas que puede generar esta enfermedad, ella tenía unos 70. “Ha sido una tortura los cuatro últimos años, sin saber absolutamente nada de lo que me pasa en mi cuerpo (...), a veces quieres arrancarte la piel”, relató.

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“La intención de este video no es generar pena. Todo lo contrario, pero ya cuando uno llega a un límite, a cierto punto de desesperación, y si esto puede ayudar a otra persona que está pasando por lo mismo, creo que es importante mandar el mensaje”, expresó.

Además advirtió de lo perjudicial que puede ser la presencia de los metales pesados en el cuerpo. “Puede generar tantas cosas, tantos síntomas y tantos padecimientos... pero es importante que nos eduquemos, que busquemos la voz de los expertos para entender qué está pasando con nuestro cuerpo”, dijo.

El video lo acompañó a un texto en la descripción, en donde explicaba que este clip lo había grabado hace varias semanas, cuando había tocado fondo y cuando aún no se había retirado sus prótesis. “Hoy toma sentido y responsabilidad compartirlo, ya que hoy cumplo dos semanas de explantada”, reveló la comunicadora.

“Yo soy una de las miles de mujeres que lucharon por años buscando la raíz de mis síntomas, sin encontrar respuestas. Hoy la he encontrado, soy libre y me comprometo a ayudar a la mayor cantidad de mujeres que puedan estar pasando por lo mismo”, enfatizó.

Aprovechó para agradecer por el apoyo que le ha dado su esposo, Mario Moreno. “Sin tu amor, comprensión y paciencia no hubiese podido dar este paso. Me animaste a tomar la decisión más importante de mi vida. Mi enfermero incondicional; trabajaste 24 horas como padre, esposo y enfermero”, escribió. (I)