El instinto emocional mueve a los artistas y Pedro Capó no fue la excepción. La Carretera, su disco más reciente, nació mientras atravesaba dos procesos importantes al mismo tiempo: el cierre de una relación de más de veinte años con Jessica Rodríguez, madre de sus hijos, y el inicio de una etapa en su vínculo con Jahví, su hijo mayor.“Cumple veinte años. Está empezando a volar del nido. Me toca trabajar eso, adaptarme, conocer, aceptar”, dijo en conversación con este medio. Su vida cambió y las canciones aparecieron.

La línea creativa siguió su curso mientras su vida cambiaba. Las letras fueron apareciendo a medida que él entendía lo que sentía, sin pensar aún en un concepto fijo para el álbum.“Siempre trato de documentar lo que he experimentado emocionalmente, lo que inquieta mis pensamientos”, expresó el artista.

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Durante su visita a Ecuador presentará canciones que nacieron entre cambios personales y momentos que decidió no guardar para después. Foto: Cortesía

Una de las canciones que más ha conectado con su público es Aquí Estaré, dedicada a su hijo. La escribió en el estudio:“Ese día llegué sin estar pensando en eso. Alguien me preguntó si tenía hijos. Le conté que el mío cumplía veinte. Empezamos a hablar de cómo es ese momento en el que los hijos crecen, se alejan un poco. ¿Quién prepara a uno para eso?”, recuerda.

Esa conversación fue el punto de partida. Cuando se la mostró a su hijo, no hizo falta explicarla.“Se emocionó. Se quedó como que no se lo esperaba. Creo que todos queremos una oportunidad de explicar lo que sentimos, de ser entendidos”, afirmó.

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El tema fue una forma de abrir un espacio donde las emociones no se encierran, sino que circulan libremente:“Yo sí agradezco que él tenga esa puerta abierta a mi perspectiva, que siempre tendrá un lugar conmigo”, dice hoy.

Al escribirla, también se encontró con su lado de hijo. Con preguntas que tal vez no se hizo cuando tenía la edad de Jahví:“Es un proceso que se habla poco. A todos nos toca irnos en algún momento. Y también acompañar desde otro lugar”.

La primera canción del álbum fue Aprender a Vivir. Esa le dio dirección al resto.“Siempre hay una que me enseña por dónde va todo. Eso es lo que estoy viviendo en estos momentos”.El disco tiene catorce temas. Un par quedaron fuera.“Tal vez una o dos no encajaban, pero siempre pueden salir después”.

La Carretera es, en palabras de Capó, el disco más significativo de su carrera. Aquí vuelve a lo acústico, a lo orgánico. Las guitarras llevan el centro. Hay folk, hay rock, y sobre todo están sus raíces puertorriqueñas, todo conviviendo con lo latino. El resultado es un disco cálido.

Entre las colaboraciones se encuentra Aprender a Vivir, compartida con Jorge Drexler y Chambao. Una canción que, más allá del cruce de nombres, resume el espíritu del álbum: claridad y evolución. También está Existo, junto a Carín León, donde ambos artistas conversan desde distintas geografías sobre el mismo tema: resistir.

Hay canciones que ya se han ganado un lugar entre su público, como Sabe Bien o Esto Se Jodió. Pero es en temas como Dulce Soledad o La Carretera —que da nombre al disco— donde el artista se detiene:“No quería llenar de cosas las canciones... hoy hay tantas herramientas que uno puede seguir añadiendo cosas. Pero hay que saber cuándo parar. Las canciones no se terminan, se abandonan. Y hay que decir: ‘aquí lo dejo, que vuele’”.

El disco, igual que su vida, sigue en proceso.“Lo más difícil fue soltar. En la música, y en la vida”, reconoce.

Ahora está girando con esas canciones. Viene a Ecuador con tres fechas confirmadas: el viernes 22 de agosto cantará en Guayaquil (Salón de los Presidentes del Centro de Convenciones, 19:30), el sábado 23 en Cuenca (Teatro Casa de la Cultura, 20:00) y el jueves 28 en Quito (Teatro San Gabriel, 20:00). Será su primera vez en la capital.“Me emociona muchísimo. Siempre hay algo especial cuando tengo la oportunidad de compartir esto que tanto amo con un público con el que no he tenido un espacio cercano... además de que siempre la paso bien, comiendo, viajando, conociendo el país”, dijo.

En el escenario, Pedro busca algo más que interpretar canciones. Cree que, a veces, no hace falta entenderlo todo, basta con escuchar algo que conecte con lo que uno siente.“A veces nos encimismamos, especialmente en procesos difíciles. Y cuando alguien te dice: ‘oye, esto me pasó a mí’, y te ofrece una perspectiva, te sientes acompañado en el camino”.Él espera que una frase alcance para que alguien se sienta menos solo.