Lewis Hamilton anunció la muerte de Roscoe, su bulldog inglés y compañero inseparable desde hacía más de diez años. El perro, que se había convertido en una figura conocida dentro de la Fórmula 1, no logró superar una neumonía que lo mantuvo intubado varios días en una clínica veterinaria de Londres.

Hamilton explicó que, tras cuatro días con soporte vital, tuvo que tomar la decisión de dormir a su mascota: Después de luchar con cada pizca de fuerza que tenía, tuve que despedirme de Roscoe. Traerlo a mi vida fue la mejor decisión que he tomado jamás, y siempre atesoraré los recuerdos que creamos juntos”.

Roscoe era muy querido por los seguidores del piloto y contaba con más de 1,3 millones de seguidores en Instagram. Su presencia en el paddock de la Fórmula 1 lo convirtió en uno de los animales más reconocidos del mundo del deporte, incluso con acreditación oficial de la FIA para acompañar a Hamilton en los circuitos.

Publicidad

El piloto británico también recordó a Coco, otro bulldog que falleció en 2020, y expresó lo doloroso que fue enfrentarse por primera vez a tener que dormir a un perro. “Es una de las experiencias más difíciles de mi vida. Amar tan profundamente y ser amado de vuelta ha sido una de las partes más bellas de la vida”, reflexionó.

En los últimos días, equipos y colegas de la Fórmula 1 le han enviado mensajes de apoyo, reconociendo el papel que Roscoe tuvo en la vida de Hamilton. El piloto, que actualmente compite para Ferrari, se ausentó de pruebas en Mugello la semana pasada para permanecer junto a su mascota.

Más allá de su rol deportivo, la historia de Roscoe deja en evidencia la conexión entre Hamilton y sus perros, a quienes siempre consideró parte de su familia. (I)