Este miércoles 30 de julio, miles de personas se reunieron en Birmingham para despedir a Ozzy Osbourne, figura central del heavy metal y voz de Black Sabbath.
La ciudad lo homenajeó con una procesión fúnebre que recorrió algunos de los lugares más significativos de su historia personal y artística, en una jornada organizada por el Ayuntamiento en coordinación con la familia Osbourne.
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Desde temprano, seguidores del músico británico comenzaron a reunirse en el puente de Black Sabbath, convertido en un punto de encuentro desde el anuncio de su fallecimiento. Camisetas negras, chaquetas de cuero y carteles con mensajes de despedida, mientras sonaban canciones de la banda interpretadas por Bostin’ Brass, un grupo de músicos locales.
El ataúd, decorado con flores moradas, partió desde el estadio Villa Park, donde Osbourne ofreció su último concierto semanas atrás, junto con Black Sabbath y otras bandas icónicas como Metallica, Aerosmith y Guns N’ Roses. Luego pasó por Broad Street antes de detenerse frente al banco conmemorativo de la banda.
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Sharon Osbourne, visiblemente afectada, fue acompañada por sus hijos Kelly, Jack y Aimee. También estuvo presente Louis Osbourne, hijo del músico de una relación anterior. Todos depositaron flores frente al memorial, en medio de aplausos y gestos de apoyo del público.
Sharon llevaba al cuello un collar que parecía incluir el anillo de bodas de Ozzy, detalle que no pasó desapercibido en redes.
Tras el recorrido público, la familia celebró una ceremonia privada. Osbourne había muerto el 22 de julio a los 76 años tras una larga batalla con la enfermedad de Parkinson. (I)