Valentina Pinault, la hija de Salma Hayek y François Henri Pinault, ya tiene 14 años y posó por primera vez junto a su madre para la portada de la edición mexicana de la revista Vogue.

En lo que Salma Hayek llamó un “gran regalo anticipado para el Día de las Madres”, ambas compartieron una sesión de fotos con Nico Bustos, además de una entrevista exclusiva para la revista.

Según la entrevista de Vogue, Valentina reveló que le gustaría “ser actriz y después directora”. “Actualmente traigo algo en la cabeza qué es lo que me encantaría dirigir... pero los tiempos son muy complicados con el mundo del streaming. Aunque claro, si soy sincera lo cierto es que respecto al futuro del cine, me rehúso a creer que va a morir la bella tradición de ir y encontrarte con extraños y conectarse a través de una ventana a un mundo distinto que crea una experiencia colectiva e íntima al mismo tiempo”.

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La joven además expresó su gusto por la moda y especialmente por la vestimenta de su madre: “cuando se trata de ropa, la de ella me encanta”, dice sobre el armario de Salma Hayek, la actriz de 55 años. “Siempre uso lo que me gusta, casi no me fijo en la marca. En general me agrada también combinar y llevar piezas vintage. Sí, me gustan las marcas, pero no uso las cosas por eso, solo porque me gusta”, añadió Valentina.

Valentina Pinault para Vogue. Foto: Nico Bustos

La adolescente también comentó sobre su experiencia con el maquillaje. “Me encanta el maquillaje, tengo mucho, pero no me lo hago para ser muy linda o porque me quiero quitar imperfecciones. A veces no me quiero aplicar concealer (corrector)  porque creo que las ojeras agregan algo más. Me gusta usar maquillaje de muchos colores y, no sé: me gusta explorarlo”.

Madre e hija conversaron con la actriz mexicana, Irene Azuela, acerca de su vínculo especial y su complicidad. Para ambas, el idioma en el que se comunican es una manera de reforzar su amistad: “Cuando estamos con más personas me gusta porque es como un secreto porque nadie habla español, porque con mi papá hablo en francés”, dijo Valentina.

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“Le hablo en español si no quiero que nos entiendan los que están alrededor. Además, creo que refuerza la unidad, el vínculo familiar, fortalece el lazo que tenemos”, agregó Salma.

Valentina nació en septiembre del 2007, aunque el embarazo de Salma Hayek se hizo conocido desde marzo de ese año. “Mi caso fue muy particular porque yo me volví madre muy tarde. Lo hice ya que encontré a la pareja de mi vida, que tenía una carrera estable, pero es que yo ya tenía tantas ganas de tener a esta hija que ya nada más me importaba. Ni mi carrera ni nada, creo que eso me ayudó mucho. Además sentí que ya había hecho muchas cosas en mi vida, entonces ya era una etapa distinta para mí porque ya había hecho cosas de las que ya me sentía muy orgullosa”, aseguró la actriz.

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Salma Hayek junto a su hija de dos meses en el 2007.

“En mi caso, aunque he logrado seguir actuando y he podido mantener viva mi profesión y la adoro, no es fácil ningún día, hay momentos en donde las decisiones se vuelven cada vez más complicadas. Es un hecho que la familia pasa a primer plano siempre”, dijo Salma a Vogue.

“Mi mamá se va por dos semanas y la verdad es que eso no es mucho para mí, yo le digo que vaya y haga sus películas, que yo voy a estar bien”, afirmó Valentina.

Salma Hayek conversó además de la presión a la que están sometidas las mujeres sobre  la maternidad: “Creo que es muy importante que la mujer pueda decir ser o no ser madre por y para ella, sin sentir culpa. Miremos este mundo en el que estamos viviendo: ser madre da más miedo que nunca, además es demasiado lo que se les pide a las mujeres, eso es algo que no ha terminado nunca. También se ha dicho que si no eres madre, no eres una mujer completa y no tiene que ser eso”.

“Ser madre es maravilloso, pero también tiene sus cosas; por ejemplo yo siempre estoy preocupada, veo la ansiedad, problemas con salud mental, con el medio ambiente, la cantidad de drogas que aparecen” concluyó la actriz. (E)

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Salma Hayek y Valentina Pinault para Vogue. Foto: Nico Bustos