La elección por parte de la asambleísta Annabella Azín de un fucsia no estridente para asistir a la ceremonia de posesión presidencial para el periodo 2025-2029 es calificada como correcta por dos asesores de imagen consultados.
El autor de Moda para tu bolsillo, Patricio Nieto, vio una presentación “llamativa y adecuada” para la ocasión. “El vestido rosa transmite elegancia, sofisticación y un toque de feminidad. El color es vibrante, alegre, lo que puede simbolizar optimismo y esperanza para el mandato de Daniel Noboa“, estimó. “Además, el corte largo y el estilo clásico del vestido aportan sin duda un aire de autoridad y respeto para la ocasión”.
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Los accesorios discretos y tacones en conjunto no restaron protagonismo al color y el diseño del vestido. “En general, me parece que es una opción atinada que combina formalidad con un toque de distinción, y va acorde a la figura de la legisladora”.
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Acierto cromático y simbólico
La elección de un fucsia no estridente es clave, es la conclusión de la comunicadora y asesora Laura Buenaño. “Proyecta energía, feminidad y presencia, sin caer en lo llamativo o desentonado. Es un color vibrante que, bien matizado, puede comunicar liderazgo, seguridad y sofisticación —ideal para una figura de peso político y familiar como ella".
El corte cerrado y cuello redondo respeta las normas de sobriedad protocolar. La manga corta es adecuada para un evento diurno en clima templado. “El largo midi y la forma en A aportan elegancia dinámica. La abertura desde la rodilla sugiere movimiento y soltura sin comprometer el decoro".
Buenaño agrega que el contraste entre la parte superior estructurada y parte inferior fluida está “muy bien equilibrado: comunica control con apertura, fuerza con gracia”.
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Los stilettos y cartera nude que Azín llevó a la Asamblea Nacional son una elección “inteligente”, que no compite visualmente con el vestido. “Neutrales, elegantes y en línea con el protocolo institucional”.
El collar blanco visible eleva el conjunto y complementala escarapela, que cumple su rol cívico de forma discreta.
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El cabello suelto, natural y ordenado es aceptable, dado que no es ella la figura central del día, y sugiere “autenticidad y cercanía”. Sin embargo, cree Buenaño, una versión más pulida (como un brushing controlado o semirrecogido) podría haber sumado mayor proyección de autoridad en este contexto.
Su opinión es que la asambleísta y madre del presidente Daniel Noboa trató de alejarse de la rigidez y sugerir identidad, pero sin romper el protocolo. “Su estilo transmite seguridad, carácter y clase, muy coherente con su perfil como mujer de influencia y trayectoria política”. (E)