Su amor por el doblaje empezó cuando aún era una niña, escuchando al pato Donald hablar con su particular tono de voz. “No es mi personaje oficial, pero fue el que hizo que yo me enamore de este mundo”, dice Adriana Procel con una amplia sonrisa que reconfirma que va por el camino correcto. Procel es locutora, actriz de doblaje y perseverante; y aunque esto último no es una profesión, se ha convertido en su bandera durante sus últimos años de carrera. Su camaléonica y neutra voz es su herramienta de trabajo; con ella ha dado vida a personajes animados, personajes de live action y actores de otro idioma.
La guayaquileña dice que siempre le ha gustado todo lo referente a la comunicación social (su carrera universitaria). Creció viendo a sus padres practicando artes, y ella misma participaba en los concursos de oratoria y declamación de su colegio. “Mi papá me enseñó a declamar; me enseñó algunos secretos de expresión oral y corporal”, cuenta.
En el 2012 empezó a descubrir en su voz una oportunidad comercial y laboral, cuando un amigo le dijo: “¿Por qué no la vendes?”. “En la universidad empecé con pequeños proyectos”, dice. Años después, en el 2018, este mismo amigo la animó a enviar un correo con sus trabajos a una productora que buscaba locutoras. Fue así como ganó su primer casting profesional, que resultó ser para uno de los juguetes de los Power Rangers, de la marca Hasbro.
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“No puedo evitar ser mala, así me programaron”, se escucha decir, en la voz de Procel, al conocido morpher de los Power Rangers. El juguete salió a la venta en el 2019. Cuando la guayaquileña lo tuvo en sus manos y escuchó su voz reproducirse en este pequeño aparato de entretenimiento, pensó automáticamente en la película En busca de la felicidad. “Yo miraba al cielo y decía: ‘Dios, gracias, porque creo que estoy en el lugar correcto, en el momento indicado y con la profesión corrrecta’”, expresa.
“En cada paso que yo he dado, Dios me ha puesto a las personas adecuadas para poder llegar o estar llegando a la meta que quiero o tal vez a la meta donde Dios sabe que tengo que llegar”, añade la joven.
Durante el confinamiento de la pandemia improvisó un estudio de grabación a base de un espumaflex extraído de una hielera. Bajo estas condiciones grabó un casting para un famoso estudio de doblaje internacional. La respuesta fue positiva. “Me dijeron: ‘Está en óptimas el estudio; solo el micrófono hay que cambiar’. Yo me reía, porque si supiera que es desde una caja de hielera...”, narra.
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Gracias a este casting ganó su primer personaje para una película, Hogar dulce hogar... o no, cinta disponible en Amazon Prime y en la que dio su voz a Joy, personaje que figuraba como la hermana de la protagonista.
Así, le siguieron otras películas, como Escuadrón de lobos, un filme turco en el que caracterizó a Gökçe Demir. “Esta película fue la que me sacó de mi zona de confort, porque su idioma original era turco... Tuve que concentrarme para poder hacerlo en español”, cuenta.
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Otros de los filmes que se encuentran en su lista de doblajes son La justa distancia, El juego de la bruja, Miedo silencioso, Conteo regresivo, Asesinato en la cascada, Come true: Nunca cierres los ojos y Regalo de Navidad; en este último hace su primer protagónico con el personaje de Celia.
Su primera película animada fue una para Disney Plus, llamada El pergamino rojo, en la que interpreta la voz de una persona mayor, en este caso, la madre de la protagonista. Pero es la serie animada Dino Ranch, de Disney Junior, la que la llena de una alegría especial. “Es uno de los proyectos más fuertes y más grandes que me ha regalado la profesión en cuanto a doblaje”, dice Procel, quien con su voz da vida a la optimista y carismática Tara.
“Cuando llegó el proyecto no nos dijeron que iba a Disney hasta después de un tiempito. Yo hice el casting para la protagonista; no quedé. Luego hice casting para la niña mala; no quedé. Luego hice casting para la mamá, y tampoco quedé (...). Al final dije: ‘Ya fue’ (...). Pero llega Tara a mi vida, cuando tenía muchísimo trabajo”, detalla Procel, quien con pocas esperanzas envió su casting grabado en una madrugada, con lo que ganó tiempo después a Tara.
Su voz también ha participado en series de animes, donde ha podido doblar a personajes masculinos, como a Cinnamoroll, de Hello Kitty. “Yo admiro a las mujeres que por lo general hacemos voces de hombres... Hoy tengo dos personajes niños a los que yo he podido dar mi voz, así que me encanta y espero que se sumen más personajes niños”, apunta.
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Cada personaje que caracteriza tiene detrás una preparación que demanda ensayos y pruebas, tal como lo hace un actor antes de construir un personaje. “Analizo el personaje, la personalidad de este, las características físicas, y siempre hay algo peculiar en cada personaje. También me baso mucho en la voz y la forma cómo actúa el personaje en su idioma original”, explica.
A pesar que muchas veces se sonrojó por tener una voz similar a la de una niña pequeña, ahora lo define como un don al que le puede dar tantos matices. “Yo no lo describo como un trabajo (el boblaje), sino como un regalo... yo trato de inspirar con mi voz al servicio de los demás (...). Es algo que me llena, es algo que me complementa...”, declara.
“A través de tu voz puedes transmitir emociones, sensaciones, incluso puedes declarártele a alguien que tal vez no tenga el valor”, continúa.
Entre tantos sueños, dice que algún día quisiera prestar su voz para dar doblar en español a la actriz norteamericana Anne Hathaway.
Luego de varios intentos, espera y paciencia, en el 2019 empezó como locutora en radio La Bruja. Hace cuatro años es locutora de RTP 96.5. “Ha sido una de las oportunidades más grandes que he tenido en cuanto a mi carrera como comunicadora social”, afirma. (I)