Antes de comenzar el servicio en El Chato, el renombrado restaurante colombiano del chef Álvaro Clavijo, quienes están a cargo de la mesa se presentan de una manera única. Sus rostros se encuentran en los posavasos, una ingeniosa solución que surgió durante la pandemia cuando el uso del cubrebocas dificultaba la identificación del personal. Esta iniciativa introduce a los comensales a un servicio personalizado y cercano de la experiencia gastronómica. En un restaurante que ostenta la prestigiosa posición número 2 entre los mejores restaurantes de Latinoamérica, de acuerdo a la lista Latin America’s 50 Best Restaurants, cada detalle se cuida para brindar a los comensales una experiencia inolvidable.