El agave andino es una planta milenaria de la cual se pueden extraer varios productos, como miel, y realizar destilación para licores; se pueden hacer jugos y hasta comerse sus flores en alcaparras. Todos esos son los productos que ofrece Casa Agave, un proyecto integral que ha trabajado por la recuperación de saberes y puesta en valor de uno de los patrimonios más antiguos de los valles interandinos ecuatoriales: la cultura del agave, sus usos y derivados. Este año recibió doble medalla de oro en la San Francisco World Spirits Competition, uno de los concursos más prestigiosos de bebidas a nivel mundial. Los productos que alcanzaron el reconocimiento fueron Casa Agave Silver y Casa Agave Reposado.

“La competencia (San Francisco World Spirits) comenzó en 2000, lo que la convierte en la segunda competencia de bebidas espirituosas más antigua del mundo y la competencia de bebidas con alchol más grande y antigua de los EE. UU.”, así lo detala una publicación de la revista Forbes.

Este año el concurso vio un aumento del 20% en los participantes, a 3.800, un 20% más que la competencia de 2020. Aproximadamente el 40% de los participantes son de EE. UU., Con el resto del 60% internacional. El 30% de los participantes, la mitad de las presentaciones internacionales, son de Asia.

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En Instagram expresaron su emoción por obtener el reconocimiento: “¡No podemos estar más felices y orgullosos! Este no es únicamente un logro de @casa_agave.ec, es una conquista de un pías entero...”; y más adelante escribieron: “Gracias infinitas, ¡primero a tod@s quienes creen que el Ecuador puede estar al más alto nivel mundial! Y por supuesto gracias a este hermoso equipo de Casa Agave Ecuador, gente profundamente apasionada que quiere entregar lo mejor de sí y mostrárselo con orgullo al mundo”.

Diego Mora, director de Casa Agave, sostiene que están muy emocionados. “Estamos tratando de digerir la responsabilidad de tener un premio de tal categoría”. “Es la primera vez en la historia que Ecuador consigue doble medalla de oro”. Es 100% natural y hecho a mano. Un trabajo minucioso es el que ha realizado Casa Agave, que tiene funcionando alrededor de tres años.

Mora apunta que la misión de Casa Agave es el valor y la recuperación de la cultura que hay detrás del agave andino. “Agave es el nombre científico de la planta y es la misma planta, pero otra variable, con la que se hace el tequila en México, solo que nosotros hemos hecho una bebida que no es una adaptación del tequila, sino que es una bebida 100% nacional”. La forma de producción viene de un método ancestral de la serranía ecuatoriana.

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La Casa Agave, ubicada en Quito, permite a las personas visitar sus instalaciones. Tiene unas rutas no convencionales por el valle de la Mitad el Mundo, un museo en honor a la cultura del agave y su fábrica, que es el centro de producción artesanal y donde solo se procesa agave. Otro de los atractivos es el sendero de agaves, ubicado en el corazón de la montaña Casitagua, antiguo volcán del valle de la Mitad del Mundo. El año pasado fueron nominados por el Ministerio de Turismo como una de las dos mejores propuestas de experiencia turística en Ecuador.

Mora cuenta que tienen un lema: “No es tequila, no es mezcal, es Ecuador”. Este proyecto integral, que trata de rescatar una parte de la cultura ecuatoriana a través de distintas aristas, está teniendo éxito internacional y, como sostiene Diego Mora, “más que trabajar en una bebida alcohólica, es trabajar en identidad”.

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Detrás de la botella de agave hay una responsabilidad social, ambiental y cultural. En la producción trabajan mujeres de las comunidades indígenas, mayores de 60 años. “Es una reivindicación social y cultural que se está dando detrás de una botella”, sostiene Mora, director de Casa Agave. (I)