La intimidad, la convivencia, las peleas que se originan de las cosas más sencillas, y otros matices de una relación de pareja, son expuestos como un suave susurro en Erizos, una miniserie publicada en Instagram con las actuaciones de Priscilla Negrón y Víctor Aráuz, la dirección de Elías Enoc y la estructura de José Rengifo. La historia tiene como premisa el regreso de una pareja que ya había terminado su relación hace mucho tiempo, dejando a la luz los retos que suponen retomar un amor del pasado.
En la historia interviene un tercer personaje, un simpático perro que se convierte en el detonante de fuertes discusiones entre la pareja. Mientras para él representa un cuidado, para ella es solo el recuerdo de su ex. “Puede suceder con una mascota, con un regalo, una camiseta, una gorra o algo que dejó la otra persona... o qué pasa si es un niño, te lo digo yo que soy papá”, explica Aráuz.
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Las situaciones que se proponen en escena son extraídas de experiencias propias del equipo de Erizo o de personas de sus alrededores. De esta forma se muestran momentos cotidianos. “Yo he escuchado desde el poliamor a relaciones abiertas, o de gente que no puede vivir sola, gente que tiene miedo a las relaciones o a tener hijos, que es un poco lo que planteamos en la serie”, menciona el actor.
La química entre los dos actores ha sido destacada por algunos internautas que han podido ver los capítulos, algunos hasta creyeron que Aráuz y Negrón eran pareja en la vida real. La actriz explica que esta sensación de complicidad fue gracias a la amistad de años que mantiene con el actor. “Estábamos inmersos en lo que estábamos viviendo, en lo que estábamos sintiendo, en dejarnos llevar por la situación, por estos dos personajes, y lo más rico es que no teníamos que respetar un guion y se nota, realmente nos estamos escuchando los dos...”, menciona Negrón.
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José Rengifo, encargado de la estructura de la miniserie, explica que el nombre de Erizos parte de la teoría denominada El dilema del erizo, de Arthur Schopenhauer. “Cuando los erizos viven en su hábitat natural necesitan estar cerca para darse calor y protegerse, pero no tan cerca porque se lastiman con las espinas. Es lo mismo que pasa con estos personajes, porque se quieren y se necesitan, pero al estar cada vez más compenetrados se lastiman”, explica.
Sin guion
Aráuz define a este proyecto audiovisual como un proceso fluido, pues cada escena mostrada en pantalla surgió de la improvisación y conexión con Negrón. “Todos los diálogos y sensaciones que iban apareciendo en el camino fueron parte de improvisación...”, dice el actor.
Cuenta que todo arrancó con una idea para corto, que luego fue compartida con Elías Enoc, director de Erizos y el encargado de hacer “la magia” en la edición después de cada grabación. Cuando se dieron cuenta de que la historia podía ser una miniserie, acudieron a José Rengifo para que trabajara en una estructura.
A Rengifo, conocido por su trabajo como guionista y libretista, le pareció curiosa la propuesta de llevar adelante una historia audiovisual sin un guion. “Tenía la premisa de no tener guion, sino dejar que los personajes fluyeran (…). Queríamos que esta interacción sea muy realista, que sea muy natural lo que sucede, y que el público se pueda sentir identificado con lo que ve ahí”, cuenta.
Para cada capítulo se planteó una problemática. “Sabían que en tal capítulo la emoción primordial iba a ser el amor, el odio o el resentimiento, y en base a esa emoción empezaban a decir los textos. Nunca lo había hecho, pero me parecía interesante ver cómo con una premisa simple o con una emoción se puede crear toda una historia (...), fue interesante ver cómo los actores pueden crear una escena sin un texto”, confiesa Rengifo.
Cuando Enoc encendía su cámara, los actores también se entregaban por completo al sentimiento o conflicto planteado. No había un tiempo de corte para repetir una escena, cuenta el director. “Las instrucciones eran mínimas, me convertí más en una persona que observaba y que escuchaba para tratar de mantener ese corte realista o hiperrealista...”, afirma Enoc, quien señala que había una intención en manejar la cámara con movimientos constantes, persiguiendo a los actores, para dar esa sensación de intimidad.
“Me gusta que el código de actuación es muy cinematográfico, es decir, está muy entre ellos. El tema de cómo manejan el volumen... mi única misión era que no se salgan de ese lugar”, añade.
En la edición, Enoc se encontró con horas de grabación que le permitieron elegir los mejores momentos para construir cada capítulo. Sin embargo, revela que mientras los filmaba ya visualizaba el producto final. “Yo creo que estaba editando en la cabeza mientras se iba rodando la escena”, dice.
El primer capítulo se estrenó el 2 de junio, hasta el momento se han publicado cinco capítulos de cuatro a cinco minutos cada uno. Se espera que este domingo a las 19:00 se publique el sexto y último en las cuentas de Instagram de Aráuz y Negrón. Aunque su director promete sorpresas. (I)