La exposición Arte y Discapacidad: 16 Días para Mirar Distinto vive sus últimos días en la Biblioteca Municipal, donde cuelgan 64 pinturas y dos esculturas creadas por niñas, niños y adolescentes que desde junio trabajaron en sus obras, donde fueron descubriendo técnicas hasta completar piezas que hoy ocupan una sala completa. La muestra, abierta desde el 25 de noviembre, cierra este miércoles 10 de diciembre.

Las obras son resultado de meses de talleres en los centros terapéuticos municipales donde la arteterapia forma parte de la rutina diaria. Los profesores de arte acompañaron a los chicos en procesos que iban desde explorar un color hasta sostener una composición durante varios meses. “Hay obras que se trabajaron durante cinco o seis meses. Se respetó el ritmo de cada uno y el tiempo que necesitaban para terminarlas”, contó Amanda Arboleda, directora de Inclusión Social y vocera del proyecto.

Los participantes trabajaron técnicas como acrílico, óleo pastel, témpera y materiales reciclados. Foto: Cortesía

La curaduría reunió trabajos hechos con acrílico, óleo pastel y témpera, junto a piezas realizadas con materiales reciclados y experimentos de textura. En la sala conviven paisajes en tonos intensos, figuras humanas, escenas cotidianas y abstracciones geométricas. También se incluyen dos esculturas elaboradas en aluminio y madera, además de maquetas fabricadas en papel maché y cartón por el grupo de jóvenes con discapacidad auditiva. “Vas a ver una diversidad enorme de técnicas; es un grupo amplio y cada uno trabaja desde capacidades distintas”, explicó Arboleda.

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La exposición permite observar cómo se desarrollan esas prácticas dentro de los talleres: la búsqueda de trazos más firmes, el uso de contrastes, la construcción de volumen, la paciencia que requiere una obra que va sumando capas.

Obras creadas durante meses en los talleres de arte se exhiben en la Biblioteca Municipal. Foto: Cortesía

Arboleda describe cambios que ella y los docentes han visto desde que iniciaron estos procesos. “Tenemos niños que llegaron sin poder hacer trazos y hoy desarrollan piezas completas. La pintura ayuda en la autorregulación sensorial y en la motricidad fina. Hay chicos que hablan mejor, que escriben mejor y que manejan mejor situaciones que antes les generaban tensión”, relató.

La sala recoge el efecto que tuvo en los jóvenes saber que sus piezas ocuparían un espacio público. Durante la inauguración hubo incluso personas interesadas en adquirir algunas obras. Para Arboleda, la experiencia de ver su trabajo expuesto “les muestra que su esfuerzo tiene un lugar y que su trabajo artístico se valora”.

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La entrada es gratuita y permite ver de cerca procesos creativos que tomaron meses y que hoy forman un mapa colorido de lo que ocurre en los talleres municipales. (E)

La sala reúne trabajos producidos en los centros artísticos municipales desde mediados de año. Foto: Cortesía