La icónica banda que fusiona el jazz con ritmos como el reggae y el dancehall acaba de publicar su cuarto álbum, luego de una espera de dos años.
JTR IV (o Jazz The Roots Cuatro) fue lanzado el miércoles de la semana pasada, luego de un par de conciertos en Guayaquil y Quito, donde hubo una convocatoria que rompió con los contemplados estándares de la música nacional independiente, en los que se considera que todavía que no hay público suficiente.
Luis Sigüenza (saxofón), Gabriel Jofré (guitarra), Miguel Gallardo (piano), Ismael Villarroel (bajo) y Raúl Molina (batería) decidieron juntarse con el productor Felipe Andino para este trabajo de estudio, también con Xavier Müller en la mezcla y la masterización de Zampol Production.
Para quienes no han escuchado a Jazz The Roots (@jazztheroots), sepan que se encontrarán con un lujo de sonoridad, ya sea en la ejecución instrumental o en la producción impecable que le da por lo menos un momento de brillo a cada componente de la banda. Sublime desde todo punto de vista.
Desde sus inicios, la banda se ha caracterizado por combatir la idea del jazz elitista y acercarlo a quienes lo rechazan o pretenden no entenderlo. Una de las herramientas en esta batalla ha sido la frecuente colaboración con otros artistas, y este álbum no es la excepción. La Máquina Camaleón, Matheus Fonseca y el legendario Alex Alvear dejaron su impronta en las ávidas melodías de JTR IV.
Siete canciones, una duración aproximada de treinta y siete minutos y un viaje musical que se detendrá de forma inesperada, justo cuando uno quiere que haya todavía algo más.
El panorama musical independiente cuenta con artistas inclaudicables que se mantienen cada vez más sólidos pese a la adversidad. En momentos difíciles, parece ser que la creatividad y el ingenio encuentran el clímax. (O)