Ni la lluvia ni el coronavirus han desanimaron el pasado viernes a los miles de aficionados que llenaron las calles de la ciudad balneario checa de Karlovy Vary, que esta semana acoge, después de un año de parón obligado por la pandemia, la 55 edición de su prestigioso festival de cine.

El certamen, que se celebra hasta el 28 de agosto y en el que el actor británico Michael Caine es homenajeado, tuvo que cancelarse el año pasado a causa de la covid-19 y quedó reducido a la denominada edición “54 y medio”, con proyecciones con aforo reducido y pases digitales en el mes de noviembre.

Ahora su gran alfombra roja vuelve a ocupar los aledaños del Hotel Thermal, sede del festival, y desde esta tarde, pese a la intermitente lluvia, da la bienvenida a decenas de directores, actores y demás personalidades del mundo del cine.

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El certamen, que se celebra hasta el 28 de agosto, rinde tributo al actor británico Michael Caine. (Foto de Michal Cizek / AFP) Foto: -- MICHAL CIZEK

Entre los grandes invitados de este año destacan los actores estadounidenses Ethan Hawke y Johnny Depp, que participarán en la ceremonia de clausura, y el británico Michael Caine, ganador de dos Oscar y que esta misma tarde recibió un Globo de Cristal honorífico.

Karlovy Vary contará con un estricto protocolo anticovid, con un sistema de pulseras que únicamente serán entregadas a quienes acrediten estar vacunadas, haber pasado la enfermedad o tener una prueba PCR o de antígenos negativa.

El festival ha facilitado una serie de puntos “covid” por la ciudad para que los asistentes puedan hacerse las pruebas.

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Las mascarillas son sólo obligatorias dentro de las salas.

El festival se abre hoy con la proyección, fuera de concurso, de “Zátopek”, una película biográfica sobre Emil Zátopek, el corredor checo tetracampeón olímpico, y una fiesta de inauguración con un espectáculo pirotécnico.

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Doce películas compiten este año por el Globo de Cristal, el máximo galardón del festival. (E)