Fue su papel de chica Bond el que permitió a Rosamund Pike alcanzar la fama, la cual hasta ese entonces se limitaba a papeles en series de televisión de su país. Junto con Pierce Brosnan y Halle Berry logró que en Die Another Day (Otro día para morir, 2002) su rostro vaya quedándose en la mente de los espectadores al dar vida a la elegante villana Miranda Frost; luego se la vio en Orgullo y prejuicio (2005), y definitivamente fue su papel de Amy en Perdida (Gone Girl, 2014) por el cual fue tomada más en cuenta. Allí su rol es de una esposa (de Ben Affleck) que lleva al espectador a odiarla o adorarla por su actuación. Desde entonces, la guapa actriz inglesa ha sido nominada como mejor actriz en diversos premios, entre ellos, el Óscar, el Globo de Oro, el Bafta.