Lo que muchos consideraban improbable sucedió este fin de semana. Una película que ya estaba disponible en streaming se convirtió en la más vista en las salas de Estados Unidos. K-Pop Demon Hunters, el musical animado de Sony Pictures Animation distribuido por Netflix, debutó en más de 1.700 cines con funciones en formato karaoke y alcanzó cerca de 18 millones de dólares en recaudación.























