Lo que muchos consideraban improbable sucedió este fin de semana. Una película que ya estaba disponible en streaming se convirtió en la más vista en las salas de Estados Unidos. K-Pop Demon Hunters, el musical animado de Sony Pictures Animation distribuido por Netflix, debutó en más de 1.700 cines con funciones en formato karaoke y alcanzó cerca de 18 millones de dólares en recaudación.
La cinta había llegado al catálogo de Netflix en junio y desde entonces se ubicó entre los contenidos más vistos en la plataforma. Aun así, los fanáticos respondieron masivamente a la oportunidad de vivir la experiencia en pantalla grande, cantando y coreando las canciones como si estuvieran en un concierto.
i went to go see kpop demon hunters at theaters and IT WAS ABSOLUTE CINEMA#KpopDemomHunters pic.twitter.com/PDz3gGbCXa
— bee🧟♂️ #FREESCHLEP (@beesfatrat) August 24, 2025
Un cambio para Netflix en la gran pantalla
Hasta ahora, la estrategia de la compañía en los cines había sido discreta, con estrenos limitados y pensados en premios. Esta vez la apuesta fue diferente y el resultado muestra que una producción nacida para streaming también puede competir en taquilla.
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K-Pop Demon Hunters combina acción sobrenatural, humor y el atractivo de la música k-pop, lo que generó un fenómeno de público con funciones agotadas. Tres de sus canciones ya se ubican en el top 10 de Billboard y la película apunta a ser considerada en la próxima temporada de premios en la categoría de animación.
El éxito confirma que, incluso en tiempos de plataformas digitales, la experiencia colectiva de ir al cine conserva una fuerza difícil de reemplazar. (E)