La nueva película del director argentino Gaspar Noé, Vortex, sobre la demencia senil y la muerte, fue presentada en el Festival de Cannes como un capítulo aparte de su filmografía transgresora y sulfurosa.

Seleccionado varias veces en Cannes, Gaspar Noé sacudió el certamen en 2002 con Irreversible, un filme que empezaba por el final y explicaba la venganza tras una atroz violación. Durante el estreno, varias personas se sintieron indispuestas por la violencia de las imágenes.

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En 2015, el cineasta escandalizó con Love con crudas escenas de sexo que no eran fingidas. Hace tres años, Noé volvía con Clímax, sobre una fiesta privada que degeneraba en el caos.

El director argentino, radicado en Francia desde su infancia, presentó esta vez Vortex, fuera de competición en la sección Cannes Première, un filme que muestra el declive de un matrimonio mayor socavado por el alzhéimer.

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Alex Lutz (izq.), el niño Kylian Dheret, Francoise Lebrun y el director Gaspar Noé en la presentación de 'Vortex' en Cannes. Foto: EFE

El esposo es interpretado por el legendario director italiano Dario Argento (y padre de Asia Argento), que se pone delante de la cámara por primera vez.

“Desde hace varios años tenía ganas de hablar de la tercera edad. He visto envejecer a mis abuelos, perder la cabeza, morir... He visto a mi madre en todas estas etapas”, declaró a la AFP el director.

“También tenía ganas de filmar otra cosa diferente a mis tonterías con la droga y el sexo. El fin de la vida es un tema tan doloroso que todavía es tabú, aunque en todas las familias, los padres pierden un día la cabeza (...). ¡Estas cosas se tienen que mostrar!”, dijo. (E)