Basada en uno de los escalofriantes capítulos de la novela clásica Drácula (1897), de Bram Stoker, la película Drácula: mar de sangre cuenta la aterradora historia del buque mercante Deméter cuando fue alquilado para transportar una carga privada —cincuenta cajas de madera sin identificación— desde los Cárpatos hasta Londres.
Extraños sucesos le ocurren a una tripulación que está condenada mientras intenta sobrevivir al viaje por el océano y que cada noche es acechada por una presencia despiadada a bordo del barco. Cuando el Deméter llega por fin a las costas de Inglaterra, es un cacharro calcinado y en ruinas. No hay rastro de la tripulación.
Publicidad
Drácula: mar de sangre es dirigida por el noruego André Øvredal (Scary stories to tell in the dark, Trollhunter), con un guion escrito por Bragi Schut Jr. (Escape room) y Zak Olkewicz (Bullet train), basado en la bitácora del buque Deméter incluida en la novela Drácula, de Bram Stoker.
Publicada en 1897, la famosa novela no está estructurada en forma de narración tradicional, sino que se cuenta como una leyenda de no ficción a través de fragmentos de diarios personales, artefactos, bitácoras y efemérides históricas: es un retrato de un depredador visto a través de un espejo roto. Los fragmentos de ese espejo han permitido a los cineastas interpretar a Drácula en una miríada de formas a lo largo de la historia: como seductor, narcisista, bello, bestia, espectro, amante, acosador o asesino en serie.
Publicidad
En la histórica novela de vampiros, el aristócrata conde Drácula viaja desde su hogar en Europa oriental, situado en los Cárpatos, hasta la Inglaterra victoriana. En su hogar ancestral de Transilvania, Drácula se ha visto atrapado por su propia leyenda con vecinos que lo temen, así que ahora ha empleado a un inglés llamado Jonathan Harker para que le consiga una propiedad en Londres.
“Anhelo recorrer las abarrotadas calles de su poderoso Londres”, le dice Drácula a Harker en texto de Stoker. “Estar en el medio de la vorágine de la humanidad, compartir su vida, sus cambios, su muerte y todo aquello que la convierte en la ciudad que es”.
En el cautivador relato de Stoker, el último viaje del Deméter se relata en el séptimo capítulo, que está escrito como un extracto del periódico The Dailygraph del 8 de agosto de 1897. El artículo describe una gran y repentina tormenta que azotó el puerto de la ciudad costera de Whitby, arrastrando consigo los restos de una goleta abandonada, con un hombre muerto atado a su timón.
Para esta producción, la ambición del director nació, en parte, de su enorme respeto por las anteriores adaptaciones de la novela de Stoker. “Nunca me sentí seguro haciendo una película de Drácula; puedo asegurárselo”, dice Øvredal. “Sentí que me estaba metiendo en unos zapatos muy muy grandes. Nos iban a comparar con algunos clásicos increíbles —desde Nosferatu hasta la película Drácula de Bram Stoker, con la cinta de Coppola y muchas otras— y teníamos que estar a la altura. Pero tampoco pretendemos ser esa historia gótica, épica y extensa. Intentamos ser una película de horror seria e intensa”.
La cinta la protagonizan Corey Hawkins (In the heights, Straight outta Compton) en el rol de Clemens, un doctor que se une a la tripulación del Deméter; Aisling Franciosi (Game of thrones, The nightingale) da vida a Anna, una polizona involuntaria; Liam Cunningham (Game of thrones, Clash of the titans) será el líder del barco, el capitán Eliot; y David Dastmlchian (Dune) es Wojchek, el primer oficial del Deméter.
“Me cautivaron todos los personajes a bordo. Parecían una tripulación de verdad, gente que estaba allí para hacer su trabajo y el misterio se iba profundizando a medida que se desarrollaba la historia. Realmente me encantó la naturaleza contenida de la película en la que estamos en un barco en altamar, y se enfrentan a este enemigo, pero no tienen comprensión alguna de qué se trata”, destaca el cineasta.
The last voyage of the Demeter se estrena en Ecuador el jueves 24 de agosto.