Pedirle a un cliente que use mascarilla puede ser un asunto delicado, incluso en medio de una pandemia, por lo que una tienda japonesa decidió confiar esta delicada tarea a un robot.

“Siento molestarle pero ¿podría llevar una mascarilla?”, pregunta el pequeño humanoide en dos ruedas tras acercarse a un cliente con la cara descubierta en un video publicado por sus propios fabricantes.

“Gracias por su comprensión”, continúa el robot blanco, inclinando su gran cabeza redonda cuando la persona con la que habla por fin se coloca la mascarilla, tal como es lo correcto.

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Llamado Robovie, este autómata muy diplomático fue puesto en servicio en la tienda de deportes llamada Cerezo, situada en Osaka (oeste de Japón) como parte de un experimento del Instituto Internacional de Investigación de Telecomunicaciones Avanzadas (ATR sus siglas en inglés) en Kioto, que desarrolló la máquina.

Equipado con cámaras y un láser de detección (Lidar), Robovie es capaz de identificar a los clientes que no llevan mascarilla o que están en una fila demasiado estrecha, en cuyo caso les pide que mantengan y respeten la distancia.

Robovie empezó sus labores de control la semana pasada, algunos de los clientes han quedado sorprendidos con la iniciativa.

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Hasta el momento el uso de mascarillas, el distanciamiento físico y la correcta desinfección de las manos son las formas más eficientes de evitar la propagación del coronavirus. Japón, menos afectado que otros países por la pandemia, está experimentando un aumento de casos de COVID-19 y el miércoles registró un récord de más de 2.200 nuevos contagios.

Pero Japón no es único país que sucumbe a los robots para generar reflexión en la población, Bandung - Indonesia, un activista acompañado de un robot realiza campaña para alentar a los residentes del lugar a usar mascarillas. (I)