La presentación de esta obra sirve de excusa para el reencuentro. Un retorno al escenario, con los amigos, con el trabajo, con el público, con el arte que llega hoy, a las 20:30, con el estreno de Antimateria, una puesta en escena que marca además el debut como director de Alejandro Fajardo.

La Casa Cino Fabiani, en el barrio Las Peñas (Numa Pompilio Llona) reabre sus puertas para esta pieza teatral del dramaturgo español Carlos Atanes, de la cual se han modificado ciertas palabras con otras más locales.

“Antimateria estaba en los planes para este año de la Casa Cino Fabiani, entre otras producciones, entonces a raíz de la suspensión por la pandemia y como es una obra pequeña, bastante íntima, decidimos que sí íbamos a regresar con teatro, en algo pequeño para no arriesgarnos tanto. Entonces Arnaldo (Gálvez), el productor de la obra ya había hablado con la agencia que maneja los derechos y decidimos lanzarnos al vacío con esta propuesta”, dice el también actor de cine.

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Antimateria es un thriller que tiene como actores a Lucho Mueckay y a José Andrés Caballero, un profesor que brinda alojamiento a su estudiante, durante un tiempo determinado mientras termina su tesis doctoral. La relación entre ambos se pondrá tensa cuando llegue el momento de la despedida y tras la revelación de un secreto.

El guayaquileño afirma que tiene un fuerte vínculo con el espacio donde se presentará la producción.

“No solo porque desde el inicio hicimos clic para que sea una propuesta cultural dentro de la ciudad sino es que con Arnaldo somos amigos desde hace muchísimos años y con la familia de Arnaldo y más allá de eso, Jaime Tamariz que fue otra de las personas con la que iniciamos los proyectos en la casa Cino Fabiani, entonces creo que fue superchévere el inicio porque hubo como ese vínculo de viejos amigos que se vuelven a reencontrar en este espacio y con propuestas culturales”, dice Fajardo.

Agrega que “a la casa le tengo mucho cariño, yo he vivido ahí, he empezado a hacer teatro ahí, y esta vez, al estrenarme como director creo que no había mejor escenario”.

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Este espacio cultural alternativo se reactiva, explica Fajardo, después de dos años. En enero de este año, dice, estuvieron presentando Rabia, producción que también los llevó a Quito.

Fajardo sostiene que el casting para la obra fue reducido y que había pensado en Caballero para el papel.

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Las funciones, que comienzan desde hoy, tendrán un aforo reducido (solo 30 personas) como parte de las medidas de seguridad para el equipo y el público, que exigen las autoridades. “Como la casa no tiene sillas fijas para nosotros es más fácil manipular la ubicación”, explica.

El costo de las entradas es de $ 20 y se pueden adquirir o reservar llamando al teléfono 099-469-332. (I)