Hernán Zúñiga no le pone tregua a su alma de gestor, no hay confinamiento que lo detenga. Ahora mismo presenta una exposición virtual -de la cual es curador- que reúne a 74 artistas de varias generaciones, entre ellos los discípulos de sus diferentes talleres de grabado en Guayaquil.

Propio de su creatividad y motivado por un sentido territorial pensó que Monosgrafía, antología grabadores de Guayaquil, maestros y generaciones sería un buen nombre para la muestra que reúne ‘las grafías de los monos’. “Esa es una de las cosas más acertadas que tiene esta exhibición, porque eso le da un aspecto de identidad”, señala Zúñiga.

“Igual como si fuéramos unos monitos traviesos hemos estado haciendo todo este montón de piruetas para poder organizarnos y expresarnos en medio de la dificultad”, agrega el artista.

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Por la belleza, de Jorge Galarza. Técnica: punta Seca, 30 x 21 cm

“Es una investigación académica e histórica en el sentido de ubicar el grabado y quiénes han hecho grabados a partir de varios talleres que yo he dirigido a partir de 1990”.

Es así como la exposición registra el trabajo de quienes han sido sus estudiantes en los talleres 'Gráfica Galo Galecio', de la Casa de la Cultura (el primero); de 'Expresión popular', del edificio Sociedad de Carpinteros; 'Gráfica Eloy Alfaro', del ITAE, 'Capilla del grabado', de la Fundación Garza Roja y 'Gráfica Eloy Alfaro', de la Universidad de las Artes.

“Estos grabados tienen una profundidad ideológica (...) cada autor ha estudiado sus propias ideas para proponer temas, unos tienen que ver con la naturaleza, otros con la identidad, hay temas históricos sociales y también hay temática libres con riqueza técnica. Hay un discurso literario, filosófico, sociológico...”, señala Zúñiga, quien indica que sus talleres siempre se han caracterizado por desarrollar pensamientos e intelectos que estén relacionados con la realidad que le toca vivir al individuo.

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De esta manera, explica, se conserva la esencia del arte del grabado, de ser un género cuestionador. “El grabado siempre está cantando la plena, siendo un género milenario… que se lo concibió como una forma de meditación”, subraya.

Autoretrato, de Narcisa López. Técnica: Xilografía cuatricromía, 20 x 24 cm.

Sobre el oficio de enseñar hace más de cincuenta años, dice: “Para mí la docencia es un acto de amor mágico extraordinario, de intercambio de miradas, de emociones”.

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Aunque Zúñiga empieza con los talleres en 1990, es desde 1960 que mantiene una relación con los grabados, experiencia que le ha permitido hacer de la autonomía un ejemplo a compartir con sus estudiantes. “Todo lo que yo he generado es una alternativa, inventando materiales en medio de un territorio de carencia, todos los materiales que yo empleo en los talleres son inventados… para facilitar a mis discípulos que se puedan expresar”, dice.

Hernán Zúñiga imprimiendo en la prensa Gutemberg de la Capilla del Grabador. Museo del Grabado.

La exposición Monosgrafía se encuentra disponible en la galería virtual del Centro de Producción e Innovación Mz14. En esta puede verse trabajos de algunos autores emergentes como Diana Gardeneira, María Hurtado, Juan Vera, Josefina Sempértegui, entre otros.

También algunos grabados de la reserva del MAAC, de autores reconocidos como Araceli Gilbert, Galo Galecio, Peter Mussfeldt, Luis Molinari, Walter Páez y Víctor Barros.

‘Troqueando’ arte

En todo lugar, de Nelly Aspiazu. Técnica: Colagrafía y punta seca, 45 x 32 cm

Monosgrafía incluye la opción de adquirir una de las obras expuestas, puede hacércelo mediante trueque, intercambio monetario o por una oferta de servicios. Zúñiga explica que esto responde a una visión de los economistas del Instituto Latinoamericano de Investigación, quienes son parte de la iniciativa. “Me propusieron hacer esta exhibición y probar, como lo hacen otros sitios en esta posibilidades virtuales, de mostrar el producto y ver potenciales clientes ofertando con precios accesibles”. (I)

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