María Fernanda Ampuero encabeza el pelotón de escritoras y periodistas –en el que se incluyen Sabrina Duque o Mónica Ojeda– que han logrado un importante reconocimiento a nivel internacional. Son top aquí y afuera. Sin embargo, ahora, esta guayaquileña, autora del libro Pelea de gallos, se enfrenta a un reto particular: es la gerenta del Plan Nacional del Libro y la Lectura, del Ministerio de Cultura, y está a cargo de la Feria Internacional del Libro de Quito (FILQ), que arranca hoy. Se siente incómoda cuando se le pide abordar el tema desde su espacio como autoridad pública o cuando se le hace referencia a las críticas de las ediciones anteriores. Prefiere anclarse en el optimismo, que ha sido evidente en redes sociales y en espacios publicitarios.

En los últimos años, la Feria del Libro de Quito se ha convertido en ese evento cultural que todos quieren que salga bien, pero que no lo logra.

¿En qué sentido?

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Por las líneas políticas de los gobiernos de turno, la improvisación, el exceso del ‘hueso’ frente a la oferta de calidad... Mucha gente le perdió fe.

No puedo hablar de las ferias anteriores ni de lo que haga la empresa privada. Pero tomamos la decisión de que los editores y librerías independientes, que normalmente son las que tienen las colecciones más interesantes, tengan 137 metros cuadrados. Fíjate que yo estoy muy metida en el mundo del libro y, sin embargo, hay muchas editoriales a las que no conocía y que hacen cosas increíbles. No solo tienen a autores ecuatorianos; hay una que, por ejemplo, está publicando a Ariana Harwicz (Argentina) o a Lina Meruane (Chile).

Ha dicho que la FIL nos va a sorprender, a emocionar.

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¡El propio concepto de sorpresa es que no te lo diga! Pero sí puedo decir que quienes vayan tienen miles de metros cuadrados con montones de actividades. Talleres, por ejemplo. ¿No sabes qué hacer con los niños a pocos días de la Navidad? Nosotros les vamos a enseñar a hacer origami, títeres, cuentacuentos. El área infantil es una locura. Hay cosas que prefiero reservarlas, pero que de seguro van a sorprender. Desde un principio hemos querido que la gente no salga decepcionada.

¿Optimista frente a las estadísticas del propio Ministerio que hablan de que los ecuatorianos no leen más de un libro y medio al año?

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Realmente, no creo tanto en esa estadística. Yo les tengo respeto y fe a los niños y adolescentes, que leen muchísimo. Una de las primeras cosas que dije al entrar a este trabajo fue que desconozco casi todo. Y uno de esos temas fue el de los adolescentes: ¿qué piensan?, ¿qué quieren?, ¿cómo quisieran que fuera una feria pensada en ellos? Yo no sabía nada de eso. No tengo hijos ni trato con adolescentes. Sin embargo, nos reunimos con ellos, con los booktubers del Ecuador y los fans de Star Wars, Juego de tronos y de otras sagas, para preguntarles cómo sería la feria soñada. Fue emocionante, porque era la primera vez que alguien los tomaba en cuenta. Los jóvenes leen más que nosotros; no más que yo, porque yo leo mucho, pero sí más que los adultos en general.

¿Tendremos una FIL joven?

La feria tiene toda un área dedicada a enseñarte a ser booktuber. Se llama Una habitación propia y es como un set de grabación. Viene Sebastián García Mouret (español), un chico que yo no lo conocía y que tiene

250 000 seguidores en YouTube; ni siquiera es escritor, es booktuber y su canal se llama El Coleccionista de Mundos; es una delicia. En este proceso lo más emocionante y gratificante ha sido oír a los jóvenes. Hace tiempo que no me leo un libro así (gordo) y ellos ya van cinco y contando los segundos para que salga el siguiente. Por eso, cuando veo esas estadísticas de lectura digo que algo anda mal con esas cifras.

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¿No reflejan la realidad?

Para mí, no. O sea, hay una especie de adultocentrismo muy fuerte al organizar las ferias, pero si les preguntas a las grandes librerías cuáles son los libros más vendidos, pues son los que compran los jóvenes.

¿Qué es el Plan Nacional del Libro y la Lectura?

Es un ente de fomento a la lectura y al libro, a la industria editorial, que busca acercar a la ciudadanía con la lectura. Tiene varias patitas: derechos de autor, apoyo a las editoriales independientes.

Ecuador tiene el gran problema de que los libros resultan carísimos; sin embargo, ese es un problema de la empresa privada y en el que no se puede intervenir desde el Estado”. María Fernanda Ampuero, FIL Quito

Más de 100 escritores se dan cita desde hoy en la FIL Quito

QUITO. La inversión estatal en la Feria Internacional del Libro de Quito es de $700 000.

Un homenaje a Pablo Palacio, uno de los más grandes escritores ecuatorianos de todos los tiempos; otro a Julio Verne, con quien se puede hacer un Viaje al centro de la tierra, un encuentro con hadas y marcianos o un set para convertirse en booktuber serán parte de las atracciones de la Feria Internacional del Libro de Quito (FIL), que se realizará en el Centro de Convenciones Metropolitano, en el parque Bicentenario, del 18 al 22 de diciembre.

Sin renegar del canon más convencional, los organizadores le apuestan en esta edición a los jóvenes, a los autores nacionales y a las editoriales independientes.

Habrá más de 70 invitados nacionales y 30 extranjeros; entre ellos, los ilustradores Liniers y Montt, los escritores William Ospina y Alberto Chimal o el booktuber español Sebastián García Mouret. La entrada es gratuita. (I)