Mientras se desarrollaba el Sínodo de la Amazonía en la Ciudad del  Vaticano, el semanario L’Espresso difundió documentos en los que se menciona la supuesta intención que tuvo la Santa Sede de invertir en una empresa petrolera en Angola.

No obstante, el Vaticano, que no se ha pronunciado sobre esa información, incluyó en el texto final del sínodo una propuesta para asumir y apoyar campañas de desinversión de compañías extractivas relacionadas con el daño socioecológico de la Amazonía, comenzando por las propias instituciones eclesiales.

Este encuentro internacional reunió a religiosos, líderes indígenas, científicos, del 7 al 27 de octubre, como alianza para mitigar las problemáticas socioambientales con las que coexisten estos pueblos, entre estas la extracción petrolera.Este Diario, que cubrió este encuentro internacional, entrevistó a la lideresa indígena del pueblo Sarayaku (Pastaza), Patricia Gualinga, quien pidió al papa Francisco que se incluya el compromiso de desinversión, por un sentido de coherencia entre lo que se predica y lo que se hace.

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¿Qué testimonios compartió al papa y demás religiosos?

Mi misión fue explícitamente hacer una solicitud al sínodo de que las instituciones eclesiales, incluyendo el Banco del Vaticano y todas las entidades que puedan tener, desinviertan en petróleo, minería y carbón, que no sigan invirtiendo en eso.

¿Esa solicitud la presentó?

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Sí. Lo he hecho en otras reuniones, pero no delante del papa Francisco.

¿En qué se basa usted sobre esas inversiones?

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Tengo conocimiento de que el Vaticano invierte en petróleo, gas y carbón, indirectamente. Hay empresas que se encargan de inversiones. Esa es una información que yo puedo estar segura, como también sé que diócesis y universidades también han invertido. Y hemos logrado que desinviertan como 150 instituciones eclesiales. Dentro de este proceso todavía nos quedan más de 700.

Buscan un símbolo de coherencia en lo que se dice con lo que se hace.

Así es. Tiene que ser coherente y yo creo que se tiene que empezar a ordenar la casa. Ya lo han empezado.

¿El discurso ecológico de la Iglesia va por buen camino?

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El hecho de que 150 instituciones eclesiales hayan sacado sus inversiones, se hayan puesto a investigar en dónde están, creo que es una buena señal. También es buena señal que el papa Francisco haya convocado a un sínodo amazónico.

¿Qué otros problemas se generan en el país y deben de conocerse en el mundo?

La educación en el Ecuador, en las comunidades, es bastante precaria. Cuando yo era niña, la escuelita a la que acudía era viejísima, ahora ya estoy llegando a casi la tercera edad y la escuelita sigue siendo la misma, sin baños. Hay desatención total en temas de infraestructura.

¿No son intervenciones integrales?

De ninguna manera. La educación se mantiene por el pueblo que la trata de sostener.

El papa hará un exhorto antes de finalizar el año. ¿Esperan que ese mensaje cale en el Gobierno de Ecuador?

Sí, puede influir.

El exhorto ecologista también debe difundirse en las misas.

Ellos siempre están en el púlpito hablando sobre la caridad, el amor y todo lo demás, pero tienen que hablar sobre el amor a la naturaleza, sobre el amor a la creación, sobre los pueblos que existen, sobre la Amazonía en crisis.

¿El uso del oro en iglesias es otro tema pendiente? Detrás del oro hay depredación del ambiente.

Todos los obispos y los cardenales tienen un anillito muy bonito, unos más grandes que otros, algunos son de oro, otros de plata, no lo sé, pero es un tema que no hemos topado, hemos topado los temas más grandes, no los detalles, pero el solo hecho de que empecemos a atacar la minería y lo que está destruyendo es un mensaje claro de que la forma de ir ante la vida debe cambiar.

 

Ellos siempre están en el púlpito hablando sobre la caridad, el amor..., pero tienen que hablar sobre el amor a la naturaleza, sobre la creación, sobre los pueblos que existen, sobre la Amazonía en crisis”, Patricia Cualinga

Arzobispo explica inversiones de la Iglesia

El arzobispo de Guayaquil, Luis Gerardo Cabrera, defiende  las inversiones de la Iglesia católica y asegura que los fondos que se recaudan sirven para sostener obras sociales, como orfanatos y dar mantenimiento de edificaciones y templos, a propósito de los cuestionamientos a la administración financiera de la Santa Sede.

“No existe ningún banco del Vaticano. Lo que existe es un Instituto para las Obras Religiosas (IOR), a donde llegan fondos que son aportes de varias jurisdicciones para orfelinatos, asilos, etc. El IOR no es una entidad financiera, es administrativa... El dinero que pueda tener se deposita en una cuenta. Ahora que esos bancos  inviertan en otras cosas, eso ya no es responsabilidad nuestra”, dice el arzobispo Cabrera.

No obstante, el religioso asegura que desde hace un tiempo la Iglesia católica realiza sus inversiones bajo un protocolo de prevención.

“Desde hace unos 20 años se ha estado contratando un tema que se llama inversiones éticas. ¿Qué significa eso? Preguntar al banco a dónde van los fondos de los clientes, pues el banco tiene la obligación de decirnos”, sostiene el arzobispo de Guayaquil, quien afirma que de detectarse alguna inversión en actividades contrarias a la  Iglesia se  retira el dinero  de la entidad financiera responsable.  (I)