Hace cerca de once años no venía a Ecuador. Tenía, dijo, muchos deseos de recorrer Guayaquil para conocerla. El actor venezolano Luis Gerónimo Abreu, quien ayer cumplió 47 años, es un hombre de sonrisa contagiosa, mirada profunda y palabra honesta. Participó como jurado de elección en el certamen Reina de Guayaquil, que tenía previsto realizarse ayer.

Con una extensa carrera actoral en televisión, cine y teatro, Abreu llevó a la pantalla a Simón Bolívar en su etapa adulta, en la serie Bolívar, una lucha admirable, de Netflix, y que en unas semanas se transmitirá por Caracol Televisión en Colombia.

¿Qué le dejó Bolívar?

Publicidad

Hasta ahora muchísimas satisfacciones, orgullo de haber intentado representar de alguna manera a Simón Bolívar. Me deja más admiración por el personaje que ya le tenía desde la infancia, me deja una enseñanza de vida, que con disciplina y pasión puedes lograr, me llena de orgullo, me alegra mucho cómo la reciben los venezolanos que están en el exilio y han emigrado, cómo los reconcilia con Simón la serie, cómo les muestra a sus hijos, que de repente no han estudiado la historia de Venezuela, de dónde vienen y el cariño de mucha gente. Me llena de orgullo que en Wikipedia, el primer mes que salió al aire, estaba entre las palabras más buscadas.

A Bolívar lo conocemos por los libros y la historia, ¿cómo logró humanizarlo para la producción?

Porque yo creo que esa era la idea que estaba planteada desde un principio en los libretos de Juana Uribe (guionista colombiana responsable de escribir esta historia) y todo su equipo y de los tres directores, y con José Ramón (Barreto, el actor que encarna al joven Simón Bolívar), habíamos conversado sobre eso y queríamos que fuera lo más humano posible, porque eso, al leerlo en libros, la gente cree que es un superhéroe o que tenía un martillo del espacio o que le picó una araña radiactiva y no, era un ser humano de carne y hueso, más bien bastante menudo, pequeño, de poco peso. La pasión para él era indispensable, siento que la pasión de él rayaba incluso en la obsesión muchas veces y a veces también siento –opinión personal recalca– que rayó en la locura muchas veces, porque era la única manera de lograr lo que logró. Sin esa pasión, obsesión, locura de alguien que pensaba las 24 horas del día, siete días de la semana el mismo tema, que era una América unida y libre, no lo hubiese logrado.

Publicidad

¿Qué hubiera hecho usted al verse como Bolívar al final de su vida?

No lo sé, es una pregunta bien complicada. Yo soy una persona que la soledad no le asusta. Más bien a veces me siento cómodo pero claro una soledad sola, saber que tengo a alguien en el momento que lo necesite. Yo siento que Bolívar necesitaba más el amor de la gente, yo creo que Bolívar tenía un ego enorme, para mí lo mata más la soledad que la misma enfermedad.

Publicidad

Y justamente  la serie muestra lo qué se logra unidos y al separarse….

La serie es extremadamente oportuna para los venezolanos y para la región,  para los venezolanos para recordar de dónde vienen y para recordar la casta libertadora que tenemos desde raíces y también  todos los pueblos latinoamericanos tienen que estar pendientes y recordar que esa libertad y democracia que tenemos entre comillas no es un hecho que hay que dar por sentado. Es un hecho que puedes perder  por una pequeña decisión mal tomada. No valorar esa libertad, esa democracia que tenemos en Latinoamérica, los demás países excepto Venezuela en este momento, es un gran error. Hay que valorarla, recordar todo lo que se esforzaron, todos estos hombres y mujeres, no solamente Bolívar los que lucharon para  obtener la independencia. Me parece que es oportuno porque nos recuerda que las fronteras son líneas que han colocado ahí la ambición, el egoísmo, el poder. El planeta no se creó con una línea divisoria, esas las colocamos nosotros, siempre por poder, por ambición, por ego, y  en Venezuela están en este momento necesitando trasladarse a otros lados. Son muchas las personas que han salido ahora de Venezuela, habrá algún personaje que salga a joder  cómo decimos, pero la mayoría sale a trabajar y ojalá la gente entendiera eso. No juzguen  a la migración venezolana por uno u otro  delincuente que también salió (…) el venezolano comete muchos errores porque no estamos acostumbrados a  migrar, estamos acostumbrados a recibir. Nosotros recibíamos hijos, no despedíamos hijos, y es bueno recordar, no se puede comparar, son momentos económicos distintos pero hay que recordar que Venezuela recibió a todo el planeta en su momento determinado.

Después de la promoción de la serie por su estreno en Colombia, ¿qué otro país lo espera y qué ha dejado en Venezuela?

En Venezuela dejé todo, tengo todo allá. No he vendido absolutamente nada, yo no siento que haya emigrado, siento que salí por trabajo. Me encantaría que siga siendo mi base de operaciones, siempre lo fue. Yo trabajé en México, Colombia, Perú, y siempre regresé a Venezuela. Espero poder seguir haciéndolo. A dónde me voy, esa es una pregunta que hacerle a mi esposa: si me quedo en Bogotá, si me voy al DF, si voy a Venezuela o a España, esa pregunta siempre la va a responder ella. Por el momento viajamos en familia, ya nuestro hijo va a agarrar una edad escolar que se volverá mucho más difícil y que nos tocará separarnos si nos tocan proyectos en ciudades distintas, pero la idea es estar el mayor tiempo posible juntos.

Publicidad

¿Cómo logra que el público odie a personajes como Nelson, de El Chema (Telemundo) y se identifique con Bolívar?

Bueno, creo que eso es parte del trabajo, buscar la manera que el personaje que estás haciendo traspase la pantalla y que la gente sienta lo que él siente  o hace. El Nelson, tristemente basado en un personaje real,  y un venezolano para más vergüenza, más que un malo es el resultado de un negocio  horrible que es la droga y que ha generado tanta violencia en el mundo en tantos países, y eso es lo que queríamos mostrar, porque  aunque la gente crea que las series de narcos están haciendo una apología al delito, no. También estamos mostrando lo que puede pasar, cómo un  ser humano se puede desvirtuar de esa manera. Para mí fue duro hacer Nelson, aparte tengo un hijo pequeño también pelirrojo y la escena de los niños en el puente fue bastante traumática pero me pareció importante que la gente viera lo que son capaces de hacer esos seres humanos que viven en ese mundo.

¿Le gustaría volver a la época dorada de las telenovelas venezolanas?

En algún momento no, todos los momentos de mi vida. Incluso  después de hacer El Chema yo regresé a Venezuela tenía un compromiso  con Venevisión, cuando a mí me llamaron para El Chema yo ya iba a empezar una novela que se llamaba Para verte mejor y  apareció el proyecto y fui a decir a Venevisión que me iba y que dejaba la telenovela porque aún no empezábamos a grabar. La productora ejecutiva y el vicepresidente me dijeron que me esperaban si yo estaba dispuesto a volver, y no lo pensé. Me dije yo hago El Chema y regreso, primero porque sé lo difícil que está la industria y Venezuela y sé lo difícil  que es producir, sabía que capaz era la última telenovela que hacía Venevisión por un tiempo, porque me encanta trabajar para mi público en Venezuela, porque sigue siendo mi casa, porque  Venevisión es también un segundo hogar, yo tengo más de 30 años trabajando en esa empresa y es mi familia de una manera u otra también, yo sueño con que  regrese la democracia a mi país,  que regrese Caracas Televisión al aire y que se empiece a producir de nuevo. Yo pienso que muchos de los que estamos afuera,  volveríamos a trabajar a Venezuela. Incluso los que están detrás de cámaras.

Y a sus compatriotas afuera ¿qué les dice?

Que lo único que no nos pueden quitar es la esperanza, nos quieren expropiar absolutamente todo pero la esperanza no pueden. Pero yo sé que tarde  que temprano va a cambiar, vamos a recuperar la democracia en Venezuela y las cosas van a mejorar. Los que están afuera lo único que les puedo decir  es que si algo sabe el venezolano es resolver, que ojalá mantengan siempre a Venezuela en alto, que trabajen mucho, que sean amables, que sean humildes, que humilde no es dejarse humillar -vamos a estar claros-que sean educados, agradecidos y trabajadores siempre. Que la gente diga: allá va un venezolano maravilloso, como somos el 95% de mi país. Mantengan la esperanza, sé que es difícil, sé que han sufrido mucho, sé que es un momento muy complicado pero eso se va a solucionar estoy seguro que sí.

Y entre el cine, la televisión y el teatro, ¿cuál escenario elige?

Todos. Yo actúo donde sea. Todo tiene sus pros y sus contras. A veces la gente no sé por qué quiere desmerecer la televisión, porque esta le da un entrenamiento al actor como pocas áreas puede tener (…), yo no puedo juzgar al medio por el tamaño de la pantalla, yo no priorizo el tamaño de la pantalla, yo priorizo el personaje. Los personajes no los puedes tratar por el tamaño de la pantalla o por el medio, para mí es más importante cómo es el personaje que dónde lo vas a mostrar. En el cine se está presentado la película La noche de dos lunas,  que se ganó el Goya.

¿Ha pensado en el retiro para su futuro?

Muchas veces. Esta carrera es ingrata, es malagradecida, yo creo que es una de las pocas carreras que cuando más experiencia tienes, menos dinero empiezas a ganar. Es decir, si ya no eres el protagonista, tu sueldo empieza a mermar. Pero sobre todo en nuestro continente. Lo he pensado muchas veces, pero lo que pasa es que uno está enamorado de lo que hace. Yo creo que en el momento que deje de disfrutarla lo haría, pero no me desconectaría del todo.

¿Tiene ya propuestas para otras cadenas?

Hasta ahora no, hay algunas cosas por ahí que me han mencionado por encima, pero nada seguro que pueda anunciar. Ahora estoy un poco descansado y estoy también ensayando un monólogo que estoy empezando a hacer gira, un monólogo que tenía hace tiempo guardado que escribía a cuatro manos con mi padre (Luis Abreu), una comedia especie stand up comedy, híbrido de las dos cosas. Se llama Camas y trata de ese mueble tan subvalorado para nosotros pero importante para la vida cotidiana.

Detalles

Para Ecuador viene una película que hice hace tres años, que se llama Muerte en Berruecos, que es el juicio al asesino de Sucre, creo que se estrena en noviembre, si Dios quiere vengo al estreno a Ecuador. (E)