Clara Medina tiene una larga trayectoria en el periodismo cultural. Comunicadora social y magíster en Estudios de la Cultura con mención en Literatura Latinoamericana, ejerció, por años, como editora de Cultura de los diarios El Telégrafo y EL UNIVERSO. Es autora del libro Los herederos del lenguaje, entrevistas con escritores iberoamericanos, publicado en 2013 por editorial Mar Abierto. Colabora, quincenalmente, con reseñas de libros para La Revista de este Diario.

Desde agosto pasado conduce ‘A vuelo de página’, programa mensual de diálogos en vivo sobre autores y literatura ecuatoriana. Hoy, a las 18:30, en el museo Nahim Isaías (Pichincha y Clemente Ballén) se realizará el séptimo encuentro, que tendrá como invitado al escritor Hans Behr Martínez, Premio Aurelio Espinosa Pólit 2009 por la novela Maratón y autor, entre otros títulos, del libro de literatura infantil Casita, casona, casuna.

Medina, quien transita entre el periodismo y la gestión cultural, dice estar gratamente sorprendida de la convocatoria y acogida que ha logrado este programa mensual, al que el público puede ingresar de manera gratuita.

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P: ¿Cómo nace la idea de ‘A vuelo de página’ y por qué se escogió ese nombre?

R: En estos tiempos virtuales y monologales –en redes sociales no se dialoga, sino que se monologa– me parece que es importante no perder de vista el diálogo, la conversación verdadera, la posibilidad de escucharnos, de reunirnos y vernos en vivo. Con esa idea nace el programa mensual de diálogos en vivo ‘A vuelo de página’. En este caso, la conversación es sobre una temática puntual: la literatura y los autores ecuatorianos. Existe una literatura ecuatoriana de excelente calidad. Tenemos escritores que publican de manera sostenida. La actividad editorial nacional de gestión independiente está en permanente movimiento. Así que es importante hablar de ello. ‘A vuelo de página’ es una propuesta ideada por mí que fue acogida por María José Zurita, directora Nuclear del MAAC, y que se realiza cada mes en los museos de Guayaquil que forman parte de la Red de Museos del Ministerio de Cultura y Patrimonio. También me encargo de la conducción. Cada mes se dedica un programa a un escritor o escritora del país. La entrada es gratuita. El nombre es una derivación de la frase ‘A vuelo de pájaro’. La intención es que el título del programa fuera de fácil asociación y recordación y que tuviera un nexo con el lenguaje coloquial y cotidiano.

P: El programa tiene una parte lúdica, como la incorporación de un segmento musical, o la lectura de versos o fragmentos de cuentos o novelas escritos por el autor invitado, en la voz de algunas personas. Eso marca una diferencia con el estilo rígido de espacios similares. ¿Cómo y por qué se dicidió incluir estos elementos en ‘A vuelo de página’?

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R: El propósito es que el público no solo conozca al escritor, lo escuche y oiga sus reflexiones, sino que también se acerque a su obra, de distintos modos. Se escogen fragmentos de sus libros, para que sean leídos por el propio autor o por lectores invitados. Y siempre convocamos a otro escritor, crítico o profesor de literatura para que opine sobre la literatura del escritor invitado y converse por qué la considera importante y por qué motivos, cree, debe ser leída y conocida. La música o los videos que se presentan guardan relación con el autor invitado. También sometemos al invitado a un pequeño cuestionario sobre literatura ecuatoriana. La idea es configurar, en hora y media –que es lo que en promedio dura cada programa-, una panorámica del autor y mencionar a otras figuras de la literatura ecuatoriana, para ir tendiendo lazos, creando nexos. En lenguaje digital, se diría que linkeamos. Esa noche el público puede, además, comprarle los libros directamente al escritor a un costo menor del que habitualmente tienen. Uno de los problemas del libro ecuatoriano es la distribución. De este modo se allana ese recorrido que hace el libro del escritor al lector.

P: ¿Ves esta actividad como un intento de posicionar a la literatura ecuatoriana de antes y ahora en el gusto del público de la ciudad? Lo digo porque vemos un desarrollo sostenido de la literatura nacional. Destacan sobre todo las escritoras, no solo a nivel interno, sino fuera de las fronteras, tal es el caso de Gabriela Alemán, Mónica Ojeda, María Fernanda Ampuero, entre otras. 

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R: Históricamente hemos tenido una literatura de calidad, aunque poco conocida y escasamente difundida. Vemos con agrado que esa sombra de invisibilidad, que por años ha acompañado a la literatura ecuatoriana, se está alejando. En la actualidad tenemos autores y, sobre todo, autoras que están produciendo una literatura que llama la atención en medios internacionales, y cuyas obras son comentadas y reseñadas e incluidas en las listas de lo mejor del año. Gabriela Alemán, Mónica Ojeda y María Fernanda Ampuero son nuestras autoras más internacionales de hoy. A más de ellas, en el país hay un considerable grupo de escritoras con una obra de gran calidad. Me resultaría corto el espacio para nombrarlas a todas. También hay autores, por supuesto. Por ejemplo, Juan José Rodinás acaba de ganar el Premio Casa de las Américas en poesía.

Que la ciudadanía conozca a sus escritores, que lea sus libros, es el siguiente paso. Y para lograr eso, todas las iniciativas de difusión cuentan. Me parece que aquí en Guayaquil hay varios emprendimientos al respecto y eso es positivo. Cada vez que surge una iniciativa ganamos los ciudadanos, gana la ciudad, gana el país. En el programa tratamos de invitar a autores de todas las edades y generaciones, hombres y mujeres.

P: El último conversatorio del 2018 fue con el escritor Raúl Vallejo. ¿Cuál es tu balance del programa en su primera temporada? ¿Se cumplió el objetivo? ¿Se llenaron las expectativas?

R: Desde agosto de 2018, mes en que se estrenó el programa, a diciembre del mismo año, tuvimos como invitados a cinco escritores: Sonia Manzano, Fernando Cazón Vera, Jorge Velasco Mackenzie, Maritza Cino y Raúl Vallejo. Un público numeroso y entusiasta acompañó cada uno de estos encuentros. Quedé gratamente sorprendida, agradecida y entusiasmada con la recepción lograda. Puedo decir que las expectativas se cumplieron e incluso se rebasaron.

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P: En este 2019 el programa se ha mantenido y has tenido invitados como María Fernanda Ampuero, en enero, y Hans Behr, con quien conversarás en este mes de febrero, en el museo Nahim Isaías. ¿Qué más sorpresas nos ofrece ‘A vuelo de página’ para este año?

R: ‘A vuelo de página’ es una especie de reportaje en tiempo real, en el cual se ensamblan diversas voces. Mi idea es mantener el programa, irle haciendo ajustes y, además, continuar desarrollando actividades de promoción y difusión de la literatura, el arte y la cultura. En esa línea, ya estamos preparando la lista de los autores invitados para este año. En marzo, conversaremos con la narradora Solange Rodríguez, quien actualmente se encuentra en España, promocionando su libro La primera vez que vi un fantasma, de la mano de la editorial Candaya. Será muy interesante conocer su experiencia ibérica, a su retorno. Los demás autores serán anunciados próximamente. (I)