La gastronomía nos permite conocer culturas, costumbres y viajar. Sí, viajar a través del sabor de las preparaciones y de las historias detrás de los creadores de cada plato. En el Mercado del Río, el espacio que funciona en el malecón Simón Bolívar, las anécdotas culinarias son parte del atractivo que existe alrededor de los 24 restaurantes que se instalaron en las naves (por la forma de su estructura) El Carmen, lado norte, y Astillero, lado sur.

Nicolás Romero, director general del mercado, asegura que las opciones existentes basan su cocina en tres segmentos: el rescate de la tradición, platos innovadores y con influencia. Una fusión que ha resultado en la creación 550 platos que se sirven de lunes a domingo.

Tradición

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En el local Primero la Sopa (frase común cuando se come en casa) se apuesta por recetas típicas: sopas y caldos.

El caldo de pata (con mote, garbanzo, leche, cebolla blanca pata de res y cilantro como parte de sus ingredientes) y el menestrón de chancho son parte de las ocho variedades que tienen, entre ellas, chupe de pescado y locro quiteño. Solas o en combo (con porción de arroz), Mariana Tainiz es la responsable de la cocina.

Las Primas apuesta por el sabor nacional, específicamente de Manabí. En este local probar el colonche es inevitable. Este piqueo, con plátano, maní y carne mechada, tiene un sabor envolvente. La textura del verde es la ideal y puede optar por su versión marinera, con camarón, pulpo y calamar.

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En una de las esquinas del área Astillero está Balandra Express, con mariscos como protagonistas del menú. Y aquí, desde la atención de Wilson Andrade, quien creó esta marca hace 23 años y ahora la administran sus hijos Wilson y Juan Luis Andrade Sandoval junto con Javier Solís, hasta la exquisitez que sale de sus hornillas.

La mancuerna es un caldo de salchicha rellena de cangrejo. De sabor un tanto dulzón, cumple con lo prometido: cangrejo en buenas porciones y de manera diferente y atractiva para quien gusta de este crustáceo. Otra creación de esta cocina es la espuela. Una cama de plátano crocante con pulpa de cangrejo, salsa criolla y de ajo, con gordura de cangrejo.

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Ruphay (caliente en quichua) llegó desde Riobamba con una carta que rescata y reinventa la comida autóctona andina ecuatoriana. Lupe Guanolema es la responsable de recetas atrevidas, con muy buen sabor y presentación, como rollo primaveral de cuy con papas salteadas en salsa de zambo, así como el risotto de quinua con cordero o trufas de máchica y mousse de quinua.

Innovación

La cadena de hoteles Oro Verde tiene su espacio a través del restaurante Latina Mandala. La fusión latino-asiática se evidencia en entradas como gyozas (similares a empanadas) de morcilla negra, calabazas y naranjas; platos fuertes como el tonkatsu de matambre de cerdo, salsa tamarindo-limón y coleslaw asiática.

Influencia

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La comida de China tiene un buen representante en Queen’s Dim Sim. Con 20 años en el mercado local, se abre espacio ahora en el centro con platos como ja kao, pai gua kao o fan kuo (masas de almidón de trigo rellenas de camarón o pollo con hongos o camarón y chancho).

Las salsas (ají con ajo, jengibre con vinagre y agridulce) complementan estas preparaciones de manera excelente. (I)