La quinta etapa del Giro de Italia, la segunda en Sicilia, discurrirá a lo largo de 174 kilómetros entre Catania y Messina, y a mitad de recorrido tiene el puerto Portella Mandrazzi, de segunda categoría, con cuestas de hasta un 4,9 %, como principal obstáculo.

La etapa sale de la costa, en Catania, y en total los ciclistas acumularán 1.200 metros de desnivel positivo. El recorrido es propicio para las fugas por la orografía del terreno, con carreteras bastante anchas y una altimetría salpicada de curvas.

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La larga subida de Portella Mandrazzi, con una pendiente media del 4 %, seguirá con otro pronunciado descenso que pondrá al pelotón rumbo a la costa norte de la isla.

Los últimos 70 kilómetros transcurrirán en su totalidad por una carretera costera bastante ancha y llana, con pocos núcleos habitados y escasos cambios de dirección.

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A unos cuatro kilómetros de la meta la carrera abandona la carretera principal y se adentra en la ciudad de Messina con una corta subida. La primera parte de la carrera es cuesta abajo a lo largo de amplias avenidas y luego vuelve a ser cuesta arriba a los 1.500 metros.

La clasificación general la lidera Juan Pedro López, que aventaja en 39 segundos a Kämna. Tercero es el estonio Rein Taaramäe (Intermarché) a 58, cuarto el británico Simon Yates a 1 minuto 42 segundos y quinto el belga Mauri Vansevenant a 1 minuto 47 segundos. El ecuatoriano Richard Carapaz es decimoprimero a 2 minutos 06 segundos. (D)