Comparar a futbolistas que han actuado y sobresalido en épocas diversas es un ejercicio complicado, pero no imposible si se utilizan para la evaluación elementos como cuál era el entorno, circunstancias y las condiciones de las eras que comparamos. Un aspecto importante es evitar el sensacionalismo que genera la inmediatez para así no desestimar o menoscabar la importancia de lo sucedido en tiempos pretéritos. Tanto la actualidad como la reminiscencia del pasado, puestas en la balanza analítica, deben tener la misma cualificación y la justipreciación. Solo así gozará de validez la comparación.