El triunfo 3-2 ante Quilmes, en Mendoza, depositó a Boca en las semifinales de la Copa Argentina. La victoria frente al Cervecero trajo un poco de alegría en medio de un profundo dolor por el fatal accidente ocurrido en la Ruta 7 que se cobró la vida de Paola Fleitas, una hincha que viajaba a ver el partido.

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Hoy, en medio de la tristeza por lo acontecido con la joven fallecida y el resto de los heridos, hay un poco más de lugar para el análisis futbolero. Es aquí donde debe marcarse que el Xeneize no tuvo una buena noche en el plano defensivo, pero contó con la valentía de los juveniles que pusieron la cara y aprovecharon la oportunidad.

El dato que refleja el orgullo indica que el equipo terminó el partido con 10 jugadores surgidos en las inferiores: Marcelo Weigandt, Gabriel Aranda, Nahuel Genez, Alan Varela, Luca Langoni, Luis Vázquez, Cristian Medina y los experimentados Javier García, Pol Fernández y Facundo Roncaglia. Agustín Sandez y Gonzalo Morales ya habían sido reemplazados.

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En total, ya van 31 debuts de jóvenes formados en la cantera xeneize durante la actual conducción. Juan Román Riquelme confía en ellos, el entrenador Hugo Ibarra (antes Sebastián Battaglia y Miguel Russo) los respalda y les dé la chance, la gente los alienta desde las tribunas y ellos sueñan despiertos. El “vamos, vamos los pibes” se hizo realidad y este Boca, al que le cuesta la regularidad futbolística, también encuentra seguridad en ellos. (D)