Denuncias, escándalos, quejas, intervención de la justicia ordinaria y de representantes del Ejecutivo. Y también distanciamiento y desencuentros con varios de los compañeros con los que fue parte de la histórica primera clasificación de la Tricolor a un Mundial (el de Japón-Corea del Sur 2002). Ese es el saldo de la controvertida estancia de Iván Hurtado como presidente de la Asociación de Futbolistas del Ecuador (AFE) durante una década.