Con la misma fórmula que lo llevó a ganar el título en la edición pasada de la Copa Libertadores, Palmeiras arrolló 5-0 al ecuatoriano Independiente del Valle este martes en Sao Paulo y se afianzó en la punta del Grupo A del torneo.

Abel Ferreira se impuso a Renato Paiva en el duelo de entrenadores portugueses gracias a un doblete de Rony (11, 74) y anotaciones de Luiz Adriano (20), Patrick de Paula (65) y Danilo Barbosa (81), en el estadio Allianz Parque, en la metrópoli sudamericana.

El ‘Verdao’ volvió a poner en práctica el estilo futbolístico pragmático, basado en transiciones rápidas y presión alta, que lo llevó a alzar su segunda Libertadores en el torneo de 2020.

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Con la victoria, los brasileños son líderes de la zona con seis puntos, producto de su triunfo 3-2 ante Universitario en Lima la semana pasada, en el estreno de la fase de grupos, mientras que los ecuatorianos son terceros, tras empatar 1-1 con Defensa y Justicia en Quito. Los argentinos (segundos) recibirán a los peruanos (colistas) el miércoles.

Retomar el camino

Palmeiras ahuyentó, al menos por ahora, a los fantasmas que lo visitaron el fin de semana, cuando perdió 2-1 con Mirassol, un equipo de la tercera división brasileña, en el Campeonato Paulista.

El revés dejó maltrecha la aspiración de clasificarse a cuartos de final del torneo regional, pero sirvió para que se avivaran en el cotejo copero y recuperaran el encanto que les permitió alzar la Libertadores en el Maracaná.

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En la edición pasada de la Copa, Palmeiras entusiasmó cuando presionó con fiereza la salida de sus rivales. Así los hacía perder la pelota y sus atacantes, veloces, herían sin piedad.

La fórmula se refundió en la recta final de la temporada anterior, cuando Ferreira se decantó por planteamientos más conservadores.

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Pero en la noche paulista y ante un compatriota, Abel desempolvó la propuesta que trajo de Europa y el ‘Verdao’ volvió a iluminar.

Siempre punzante en el área, Rony capitalizó, en un metrallazo con derecha, una habilitación de Raphael Veiga tras un error en salida de los ecuatorianos.

Moisés Ramírez apenas movió sus brazos, aunque minutos después probó sus reflejos, especialmente la habilidad de su mano izquierda, en un zurdazo lejano de De Paula.

El volante no le dio tregua y segundos más tarde, casi desde el mediocampo, esta vez como asistidor, filtró una pelota entre los centrales. William Pacho erró en desviar la pelota y Luiz Adriano, que venía como un cohete, liquidó el partido.

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A partir de entonces los brasileños, inteligentes, administraron el partido, pese a que los negriazules se apoderaron del balón.

Palmeiras se replegó y se sostuvo en sus tres centrales, una variante táctica que Ferreira ha perfeccionado y que resultó cómoda para contener el ataque ecuatoriano, diezmado por la ausencia de última hora del artillero argentino Christian Ortiz.

El ‘Matagigantes’ no explicó la baja, aunque la víspera informó que uno de sus jugadores resultó contaminado con covid-19.

Sin Ortiz, la responsabilidad recayó en el argentino Lorenzo Faravelli y el paraguayo Brian Montenegro.

El volante, con un derechazo cerca de la medialuna (50), y el atacante, en un zurdazo cara a cara (55), probaron a Weverton, que voló para esfumar los problemas.

Pero la emoción siguió siendo patente local. Ramírez atajó un primer disparo de De Paula, pero el rebote no encontró obstáculo.

Después, Rony lo fusiló luego de una galopada de Victor Luis por izquierda. Y Danilo Barbosa, de cabeza tras un córner, anotó su primer gol con Palmeiras desde que regresó de Europa. (D)