El periódico Marca, de Madrid, recordó el mes pasado que el complicado momento legal que atraviesa el exfutbolista colombiano Anthony de Ávila, detenido en Italia desde septiembre del 2021, tiene antecedentes que se remontan a hace un cuarto de siglo. La justicia del país europeo acusa al exdelantero de supuesto tráfico y producción de drogas y otros delitos que habría cometido en Génova y Nápoles.

Dice el rotativo que “el diario La Gazzetta dello Sport recupera la historia de Antony de Ávila, ‘Il puffo del gol divenne il re dei narcos a Napoli (El pitufo goleador se convirtió en el rey de los narcos en Nápoles). ‘Dedicó los goles a los capos, terminó preso en Italia por narcotráfico internacional: la historia del Pitufo: del América de Cali a la vida límite’, así lo presenta el escritor y periodista a Furio Zara”.

El atacante de 1,57 metros de estatura fue campeón nacional con Barcelona SC y finalista de la Copa Libertadores de 1998 con los amarillos. También vistió las camisetas del América de Cali, Unión de Santa Fe y MetroStars

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Han pasado 25 años desde que De Ávila “se convirtió en noticia en todo el mundo cuando dedicó un gol a los líderes del Cartel de Cali, los famosos narcotraficantes Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela que en esos momentos estaban presos y eran los mecenas del club de fútbol”.

Y los problemas no han cesado desde que el oriundo de Santa Marta, nacido el 21 de diciembre de 1962, hizo esa ofrenda. Ocurrió el 20 de julio de 1997, después de un partido Colombia-Ecuador, en Barranquilla, por las eliminatorias al Mundial de Francia 1998. El combinado local ganó 1-0, con tanto del Pitufo.

‘Con mucho amor’

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Luego de esa anotación que le hizo a José Francisco Cevallos, al minuto 87, De Ávila dijo: “La verdad que me siento contento. Este triunfo se lo quiero dedicar a unas personas que están privadas de la libertad. Yo creo que no hay necesidad de dar nombres, pero con mucho amor y con mucha humildad se lo dedico a ellos, que son Gilberto y Miguel”.

La polémica estalló de inmediato y con potencia. El Tiempo, de Bogotá, reportó la versión del dirigente Gustavo Moreno Jaramillo sobre los dichos del seleccionado cafetero: “Están armando una tempestad en un vaso de agua. Creo que la opinión de cada cual es muy respetable”.

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La controversia en lugar de aplacarse, creció. Fue gracias a De Ávila, quien no se retractó y reafirmó su postura respecto a los narcotraficantes, líderes del Cartel de Cali. Esto comentó el 21 de julio, 24 horas después del partido y de su dedicatoria, al salir del hotel de concentración de Colombia,

“No le tengo miedo a lo que puedan pensar en Estados Unidos por esta dedicatoria. Si cometí un error, Dios me juzgará y yo aceptaré el castigo. Me acordé de ellos (los hermanos Rodríguez Orejuela) por unos consejos que me dieron cuando tenía 19 años, y quise compartir la alegría de mi corazón con personas que ahora están pasando por un mal momento”.

‘Declaración fatal’

El Tiempo recogió, en 1997, varias reacciones sobre los dichos de De Ávila. Alfonso Gómez Méndez, Fiscal General: “Echó a perder con la lengua lo que hizo con los pies”. Luis Ernesto Gilibert, director de la Policía: “La declaración es fatal para los niños de Colombia”. Álvaro Fina, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol: “Pienso que es un concepto muy personal del señor Anthony De Avila, donde no tiene que llegar, ni tocar, el manejo administrativo ni el manejo deportivo de la Federación”.

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La entonces canciller de Colombia, María Emma Mejía, se pronunció sobre la dedicatoria de De Ávila a los narcotraficantes: “Hubiera sido mejor una mayor prudencia en ese tipo de declaraciones que algún daño pueden hacerle al país. Personas condenadas por la justicia no pueden inspirar triunfos y no son un buen ejemplo para los niños y los jóvenes”.

Nombres conocidos

Pero el vínculo del Pitufo con los narcotráfico parece haber sido anterior a su dedicatoria. En 1995 fueron allanadas las oficinas de Guillermo Alejandro Pallomari González, contador del Cartel de Cali. El Tiempo publicó que “la Policía y la Fiscalía (de Colombia) encontraron documentos contables que relacionaban a algunos futbolistas en listas de pagos o nóminas. El 26 de julio de 1995, apareció el nombre de Anthony De Avila, recibiendo un cheque por tres millones de pesos”.

También estaban en la lista “Álex Escobar (que jugó en Liga de Quito entre 1997 y el 2000, y entre el 2002 y 2005), con 2 millones de pesos; Pedro Zape (preparador de arqueros de Ecuador, en la era de Reinaldo Rueda), con 4 millones de pesos; Óscar Córdoba, con 13 millones, endosado con su firma y cédula. En su momento las autoridades advirtieron que no se podía derivar inculpación alguna con la sola aparición de las listas”. (D)