Me resisto a creer que la embestida del ministro de Deportes contra el Comité Olímpico Ecuatoriano ocurrida el 15 del presente mes en el despacho del presidente de la entidad, Jorge Delgado Panchana, haya sido autorizada por el primer mandatario de la nación, Daniel Noboa Azín, persona identificada con el deporte, practicante de esta actividad y respetuoso de las reglas olímpicas que preservan la no injerencia política en los organismos que rigen el deporte. Siendo un mandatario de buen juicio, conductor de un país abrumado por graves problemas de todo género y que afronta una guerra interna, es imposible aceptar que quiera tener un conflicto más, derivado de la ambición de un ministro y su grupo de influencia.