A tono con lo que estamos viendo del fútbol en los últimos meses —escasas figuras, mínima creatividad, juego aburrido, pocos estoicos que aguanten ver un partido completo—, la eliminatoria cerró la primera rueda con 80 goles en 45 partidos, a un escuálido promedio de 1,77 por juego. Que no se alcancen a ver dos goles es desalentador. Con relación al premundial anterior se registran 38 tantos menos. La media de gol para el Mundial 2022 era de 2,68. El juego experimenta una declinación inquietante en brevísimo tiempo. La presión reina en la prédica de los entrenadores y, como todos presionan, se abortan las posibilidades de gol y, por ende, los goles.