“Ya ha ganado dos y será el jugador con más Balones de Oro de la historia. Ganará cinco, seis o siete”. La profecía de Johan Cruyff en 2012 se hizo realidad. Lionel Messi alcanzó el lunes la estratosférica cifra de 7 Balones de Oro conquistados en su extraordinaria carrera. No se puede aventurar que nadie lo superará, nada es imposible en fútbol, aunque tal vez pasen décadas. Lo mismo acontece con las diez ligas logradas en España, sus ocho Pichichis, los 38 títulos y 756 goles o las decenas de récords de todo pelaje que acumula. Y aún así, nada de eso se compara con su juego único, inteligente, sutil. El premio refiere “al mejor jugador del mundo”. Cuando Messi juega bien -y es muy seguido…- su desenvolvimiento es tan lujoso y espectacular que deja uno o dos escalones atrás a cualquier otro crack, llámese Mbappé, Haaland, Cristiano Ronaldo, Salah, Neymar o Benzemá.