Cuando la Selección se clasificó por primera vez para el Mundial de fútbol, el realizado en Corea Japón, en 2002, confluyeron varios factores para que aquello suceda. Era un elenco muy competitivo, cuya mayoría jugaba en el campeonato doméstico, con excepción de Ulises de la Cruz, Iván Kaviedes, Álex Aguinaga y Agustín Delgado. El aporte de los que jugaban en nuestro patio fue fundamental, como el de José Francisco Cevallos, Iván Hurtado, Alfonso Obregón, Marlon Ayoví, Carlos Tenorio, Edison Méndez, Edwin Tenorio, Walter Ayoví y otros que, dirigidos por Hernán Darío Gómez, lograron hacerse fuertes –con una impecable presentación– en casa: seis triunfos, dos empates y una derrota. Además, con tres victorias clave de visitante que permitieron a Ecuador acabar segundo en la tabla de posiciones, después de Argentina.