El vicepresidente de Emelec, Edmundo Véjar, reveló a través de Twitter que tildó de “sinvergüenzas” a los árbitros que condujeron el partido que los eléctricos jugaron con Nueve de Octubre en el estadio Modelo Alberto Spencer, el pasado sábado.

“Al término del partido, con sentimientos encontrados, caminaba al camerino y coincidí con los árbitros a los que dije: ‘Revisen la transmisión, sinvergüenzas. No me siento orgulloso de mi reacción que no pude controlar. Hoy comprendo que no era mía, sino la voz de la hinchada”, se lee en un tuit del directivo millonario.

Al igual que Véjar, el director técnico de los azules, Ismael Rescalvo, protestó por la labor de los árbitros, como la semana anterior cuando Sebastián Rodríguez recibió una controvertida tarjeta roja ante Macará. El español dijo que espera que “se analicen” los fallos que a su criterio perjudican a su club.

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La terna la encabezó el central René Marín, asistido por los jueces de línea Andrés Tola (1) y Adrián Lescano (2). El cuarto árbitro fue Carlos Bayas.

En el estadio Modelo los octubrinos se pusieron en ventaja con tantos de Danny Luna a los 33 minutos (con un penal decretado por Marín cuando aparentemente no hubo intención del zaguero azul Lucas Sosa de tocar el balón con la mano) y de José Fajardo, a los 72. Antes, al terminar la primera fracción (44), Aníbal Leguizamón fue expulsado y por segundo juego seguido Emelec se quedó con diez hombres.

Después de jugar por más de 45 minutos con uno menos, el Bombillo rescató un empate a dos gracias a un doblete de Joao Rojas, a los minutos 80 y 90+4.

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Para Rescalvo, frente a Nueve de Octubre “hubo un penal que no fue y continuas amonestaciones solo contra nosotros. Con un jugador menos hubo un equipo que quiso y otro que esperó. Son decisiones dudosas, cuando menos. Espero que se analicen los continuos errores (de los jueces) que sufre Emelec, partido tras partido”.

En otra publicación, Véjar agregó: “Nada puede darles derecho a convertir a los jugadores en animales de sacrificio. Nada puede hacer que sea moral destruir a los mejores. Uno no puede ser castigado por ser bueno. Uno no puede ser penalizado por su capacidad. Es momento de corregir por el bien del fútbol”.

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(D)