Doce minutos y treinta segundos de juego: “Ephanor hace pase a Escurinho, quien toca preciso hacia Tenorio por el centro, este envía hacia Ephanor, quien de espaldas al arco envía una chilena magistral que sorprende al arquero Souza, llegando la pelota a las redes. 1-0 y gran festejo en el público”.

La crónica de lo acontecido el 14 de enero de 1981, de Alberto Sánchez Varas en EL UNIVERSO, es el relato primero y conciso del que ahora, 40 años después, es tesoro imborrable de la memoria y razón de una romántica leyenda: la del golazo del Artista Ephanor ante Técnico Universitario en el Nueve de Mayo de Machala, en el triunfo por 3-0 de Barcelona que le dio la sexta corona nacional a los canarios.

Aunque inmortalizar al ex crack brasileño únicamente por la legendaria acrobacia que protagonizó en el tercer juego —el de desempate— de las finales del campeonato de 1980 (culminó al año siguiente) sería como intentar apreciar la belleza del firmamento fijándose solo en su estrella más radiante, la chilena con la que batió a Ramón Souza Duarte es definitivamente el clímax de la obra de quien se vistiera de canario entre 1977 y 1981.

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El mismo Artista lo reconoció a este Diario en su última visita a Ecuador, en mayo de 2019: “Es el (gol) que ha quedado en mi memoria. Fue un acontecimiento que es difícil que se repita, porque fue por un campeonato (en finales)”.

Tenía la acción fresca aún en su cabeza: “Recuerdo que cuando (Mario) Tenorio me dio el pase, yo tenía a tres zagueros rivales encima. Al elevar el balón no lo hice con la intención de hacer una chilena. ¿Quién levanta una pelota tan alto para lanzarse así? No fue premeditado. Uno no sabe lo que hará, porque es cuestión de una fracción de segundo. La levanté para tener tiempo de pensar… ni siquiera sé por qué la levanté. Pero cuando la vi en el aire, la chilena era la única solución que tenía”.

‘¿El gol más hermoso? Sí’

El excentrocampista Alberto Andrade, uno de los toreros que alinearon en Machala hace cuatro décadas, vio de cerca el fantástico gol del 1-0 y lo recuerda: “Yo estaba jugando al lado de él (Ephanor). Dicen que fue el mejor gol en la historia de Barcelona y del campeonato, y también lo creo así”.

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“Hubo otras chilenas en Barcelona, como las de Pedro Perico León (en la victoria 4-2 ante Emelec el 10 de diciembre de 1972) o Damián Díaz (en el triunfo por 3-0 sobre Técnico el 1 de julio de 2012), pero realmente Ephanor impactó la bola mucho más arriba en el aire y él mismo la elevó”, rememoró ayer el bicampeón nacional con los amarillos en 1980 y 1981. “Fueron los mejores años que tuvo Víctor en su carrera; sacó lo mejor de sí”.

‘Sin ahorrar elogios’

El diario El Heraldo de Colombia, país por el que Ephanor paseó sus dotes, recuerda a la exfigura del Junior de Barranquilla (81 goles, 4.° máximo anotador histórico del club): “Dicen que era un artista, que su zurda era mágica, que sus gambetas eran una fantasía, que era un jugador de ensueño, que era en esencia eso que llaman jogo bonito. Ningún hincha del Junior ahorra elogios cuando tratan de recordar y describir lo que representaba en la cancha Ephanor, el volante brasileño que pasó por los rojiblancos entre 1972 y 1975”.

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Y en términos del portal Zona Cero, se rememora del carioca cómo “el estadio Romelio Martínez (con Junior antes) se atiborraba de gente solo para ver su prodigiosa técnica”.

El exastro brasileño también jugó en otros clubes de su país, Colombia y Arabia Saudita.

Bonificaciones, triunfo ante criollos y el gol de Perlaza: impulsos de toreros, de débil arranque en campaña de 1980

Para que fuera necesario disputar la definición directa por el campeonato nacional de 1980 en los encuentros con Técnico Universitario, Barcelona tuvo que culminar en lo más alto del pentagonal final empatado en puntos y diferencia de goles con el equipo ambateño: 13 +3.

Los toreros se habían garantizado un puesto en la liguilla al bonificar un punto como tercer clasificado de la primera ronda del certamen, por debajo de Universidad Católica (1.º) y el Rodillo Rojo (2.º). El favorable registro se amplió en la segunda etapa, en la que Barcelona finalizó segundo –detrás de El Nacional– y así se hizo con dos unidades más de bonificación.

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La fase de cinco equipos conllevaría el premio a una campaña inolvidable del equipo canario, en la que brillaron Ephanor, Juan Madruñero, Galo Vásquez, Wilson Nieves, Pepe Paes y otras figuras decisivas, bajo el conocido mando del brasileño Otto Vieira (bicampeón 1970-1971), en la consagración que desató el júbilo en Ecuador.

La campaña de los amarillos de hace 41 años se iniciaba el 26 de enero con el debut de la plantilla en el amistoso (2-2) con el Argentinos Juniors de la naciente estrella Diego Armando Maradona, campeón mundial juvenil con la Albiceleste hacía meses. Ya en el torneo doméstico, Barcelona tuvo un comienzo difícil, con apenas dos victorias en sus ocho primeras apariciones; pero luego dio con la brújula.

Las tres unidades con las que los toreros iniciaban el pentagonal final fueron envión, porque el elenco porteño ganó sus tres partidos iniciales de la ronda decisiva, el primero de estos por 2-1 contra la Católica, con sendos goles de tiro libre de Ephanor y Madruñero.

En la fecha posterior fue decisivo el triunfo con remontada incluida sobre El Nacional en el estadio Atahualpa (2-3). Los criollos vencían por 2-0 al medio tiempo con doblete de José Villafuerte, pero un gol del Artista de espaldas al arco –en una suerte de anticipo de chilena de la definitiva en Machala ante el Rodillo Rojo– y los tantos de Ney Celestino y Vásquez dieron los tres puntos a los toreros.

América fue la siguiente víctima con el solitario gol de Gil Nazareno (1-0), lo que consolidaba a Barcelona como líder pese a que luego cayó ante Técnico (1-0), igualó con Católica (1-1), empató con El Nacional (0-0) y perdió contra los cebollitas (4-3). El triunfo en la última jornada sobre Técnico (2-0), con el gol revitalizador de Flavio Perlaza, aseguró las finales por el título.

En la definición, los toreros sufrieron una dura caída por 4-1 en Ambato, en el juego de ida, cuya desventaja borraron con el 3-0 del partido de vuelta en el estadio Modelo.

Ephanor, con su obra de arte, Ney y Mario Maravilla Tenorio se hicieron presentes en el Nueve de Mayo de Machala en el duelo de desempate y le dieron el título a Barcelona luego de nueve temporadas.

Breves

Plantel

En Machala. Una ovación de hinchas canarios que colmaron el Nueve de Mayo recibió al equipo que Otto Vieira (foto) dispuso en el campo para la consecución de la sexta estrella: Manga; Flavio Perlaza, José Bardales, Pepe Paes, Gil Nazareno; Escurinho, Alberto Andrade, Víctor Ephanor; Mario Tenorio, Ney Celestino y Wilson Nieves. Completaron la plantilla en 1980 Juan Madruñero, Galo Vásquez, José Tenorio, Digner Valencia, Jorge Chica, Diego Cabezas, José Vergara, Joel Villacís, Fulman Camacho, Emeterio Vera, Joel Villacís, Félix Lasso y Horacio Capiello.

La 'víctima'

‘No me enoja’. Ramón Souza Duarte (foto) era quien protegía el pórtico del equipo conducido por Ernesto Guerra cuando Ephanor envió el balón a las redes de chilena el 14 de enero de 1981. “Cómo me va a enojar, fue un golazo. No voy a olvidar ese gol, es el que más recuerdo. No me molesta para nada. Aún veo la jugada; era imposible haber llegado a la pelota porque fue a un ángulo”, recordó en diálogo con este Diario en enero de 2020. El uruguayo también defendió a Emelec (1970- 1971) y Liga de Portoviejo. Todos sus pasos, como formidable figura foránea.

Directiva

Tamariz y Roggiero. José Tamariz Crespo asumió la presidencia de Barcelona en 1978 y permaneció, con los títulos de 1980 y 1981 de por medio, hasta que Isidro Romero lo sucedió en 1982. En tanto, Galo Roggiero Rolando fue el principal directivo de la Comisión de Fútbol de los toreros en el segundo bicampeonato nacional del club, como en 1971. En 1970 también se coronó, como presidente. (D)