Nacido en los alrededores de Santa Clara de Daule, el pequeño Julio no debió de privarse de sumergirse en el balneario de agua dulce de Virgen de Lourdes, pero nunca hubo de imaginarse que, con el transcurrir de los años, se iba a convertir en un personaje popular, de aquellos que, sin ardientes discursos, se ganaría el cariño del pueblo futbolero.

















