La reducción, en 2015, de las medidas oficiales y reglamentarias de la legendaria piscina del colegio Vicente Rocafuerte –de donde se volvió costumbre que emergieran glorias de la natación que dieron títulos a Guayas y Ecuador– y la ausencia –por decisión del Estado– de entrenadores enrolados allí para la práctica náutica, son dos de los factores que han incidido en la pérdida del poderío deportivo del histórico plantel educativo. Esa decadencia también afecta al deporte de la provincia.

Lo anterior lo consideró el vicentino Luis Bajaña Pérez, quien salió de esa pileta y en 1978 fue parte del equipo tricolor que ganó el Campeonato Sudamericano, lo que lo convirtió en una figura popular y le otorgó el ingreso a la historia del deporte nacional.

Hoy, el entrenador y nadador máster (64 años) lamenta la subutilización de dicha piscina: “Está funcionando, pero no hay el elemento (jóvenes que practiquen) ni personal que se haga cargo”, dice el expresidente de la Federación Ecuatoriana de Natación (del 2000 al 2004).

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La piscina del Vicente Rocafuerte fue construida en 1953, en el rectorado de Adolfo Jurado González, inicialmente con medidas para competencias oficiales. Sin embargo, en medio de la remodelación del colegio durante el gobierno de Rafael Correa, la pileta fue reducida en sus dimensiones y número de carriles; además de haber sido elevado el piso (1,40 metros de profundidad), por lo que actualmente no se pueden practicar clavados, para lo cual sí estaba habilitada antaño.

“Creo que no se asesoraron. Quisieron decorar nomás el escenario. Acortaron las distancias y no midieron (las consecuencias de) eso. Fue muy cómodo hacer el adecentamiento que hicieron. El deterioro en este tipo de escenarios deportivos se refleja en los resultados (recientes) de la natación de Guayas”, estimó Bajaña.

‘una barbaridad’
Ya Jorge Delgado Panchana, también vicentino, había señalado que era “una barbaridad” la transformación a la que fue sometida la piscina. “Lo que hicieron no tiene nombre. Si la piscina está ahí, remodélenla; si el piso es un peligro, súbanlo. Pero no le quiten un carril y no la hagan más corta”, dijo el finalista en los Juegos Olímpicos de 1972, bicampeón panamericano y múltiple monarca sudamericano en los años 70.

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Más allá de la reestructuración de esa instalación, Bajaña apuntó a su subutilización en materia de deporte colegial, situación que se evidencia en la ausencia de profesionales a cargo de impartir enseñanza.

“Por esa piscina pasaron un sinnúmero de entrenadores de prestigio; hoy no hay quien se haga cargo. La natación de Guayas tuvo hegemonía (nacional) por 80 años. Y en 2008, cuando se realizaron los Juegos Nacionales en Macas, ya se empezó a resquebrajar aquello. Ahora no hay una ventaja deslotada respecto de otras provincias que han progresado, como Pichincha y Azuay. Desde entonces ganamos de repente, pero ya no es siempre”, dijo el exnadador.

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A criterio de Bajaña, “es difícil” que Guayas vuelva a tener aquel poderío en natación si una piscina histórica como la del Vicente Rocafuerte ya no cuenta con jóvenes que surjan en representación de la provincia. “Se perdió hace mucho tiempo, no solo en cuanto a poderío deportivo, sino como institución educativa. Ya ni diputados salen de entre los graduados, cuando hubo hasta presidentes (de la República). El deporte, en general, pasa por una decadencia. Se reformó la Ley del Deporte y se afectó mucho a los atletas”. (D)

Por la piscina del Vicente Rocafuerte pasaron sinnúmero de entrenadores de prestigio; hoy no hay quien se haga cargo (de la natación ahí)Luis Bajaña, exnadador y entrenador