En el gobierno del general Eloy Alfaro, mediante publicación en el Registro Oficial 1252 del 29 de octubre de 1900, se creó el Registro Civil del Ecuador (RCE). Han transcurrido más de 112 años de aquel acontecimiento histórico y esta entidad –a nivel nacional– ha sobrevivido a embates políticos durante los regímenes democráticos y dictatoriales, ocasionando deterioro del servicio. Hay que reconocer que, debido a los ingentes recursos económicos obtenidos por el actual Gobierno, desde el 2009 ha existido un proceso de cambio tanto en moderna infraestructura como la ágil atención al usuario, brindando un abanico de servicios (cédula de identidad, matrimonios in situ y a domicilios, certificados e inscripción de partidas de nacimiento, de defunción, etcétera).
En la cabecera cantonal de Santa Elena funcionan las oficinas principales en un moderno y funcional local. Pero, es oportuno señalar que hasta finales del 2011, la gestión dejaba mucho que desear. Prevalecían presuntos actos de corrupción, pésimo servicio y atraso en los trámites. La mala atención de algunos funcionarios era incuestionable y las quejas infaltables. A través de emisoras de radio se denunciaban casos insólitos en donde la actitud indebida de ciertos empleados(as) era la comidilla diaria.
Esta situación cambió radicalmente a partir de enero de 2012 con la presencia del ingeniero Federico Neira Panchana, un joven profesional peninsular que hizo carrera en el Departamento de Talento Humano del Registro Civil de Guayaquil, al posesionarse como director provincial. Su tarea fue revertir esa imagen negativa y con la experiencia adquirida estimuló y capacitó a los empleados, luego de una purga obligatoria. Mediante talleres los indujo para que brindaran el servicio de calidad con calidez. El 14 de febrero de 2012 organizó el primer matrimonio masivo en Ballenita, con la cooperación del propietario de la Hostería Farallón Dillon. Los niños pobres han tenido prioridad, pues en mayo pasado decenas de chiquillos fueron agasajados, previa a la cedulación gratuita; en junio les organizó una fiesta infantil. Y en septiembre, en coordinación con el MIES-INFA cedularon gratis por primera vez a más de 800 en Chanduy, Julio Moreno y Santa Elena, mediante el programa “Al Ecuador ponle tu nombre”.
Semanas atrás, visité varias oficinas del Registro Civil, que funcionan en las juntas parroquiales. Estuve en Colonche, Manglaralto, Chanduy, Julio Moreno, Atahualpa, Ancón, Anconcito, José Luis Tamayo, etcétera, pudiendo constatar el cambio (sin embargo, el cantón La Libertad debe contar con un local decente y funcional). Anteriormente estaban instalados en sitios inapropiados con una imagen degradante. Ahora cuentan con equipos de computación de alta tecnología y algunas oficinas están conectadas al servicio Express del AS-400 y poseen moderno mobiliario. Me sorprendió gratamente ver cómo los libros de Registros de Nacimiento e Inscripción estaban empastados y ordenados en sus respectivas perchas metálicas. Según fotos de archivo, estos eran colocados en el suelo y a la intemperie. Cada parroquia tiene el inventario de libros debidamente controlado. La capacitación a los jefes parroquiales es constante y las recaudaciones por servicios son depositadas diariamente en la Dirección Provincial, evitando malos manejos de recursos. Las brigadas de Cedulación se han mantenido activas. Como toda entidad pública tiene fallas, fáciles de corregir.
La actual administración es positiva y el cambio es evidente. Satisface que santaelenenses sean capaces de transformar el caos en algo beneficioso. Esto nos da la certeza que los peninsulares sí son capaces de dirigir a su propia provincia…