“Mi nombre es el Chavo, / toda mi ropa es un auténtico remiendo. / A veces no me lavo / y hago maldades, pero sin querer queriendo”. El primer párrafo de Qué bonita vecindad describe muy bien al niño del barril. Ese que se hizo famoso en los años setenta y que nació del ingenio de Roberto Gómez Bolaños, Chespirito.