“Mirar la Tierra desde el espacio proporciona una perspectiva única. Nuestro planeta es un lugar frágil y bello, protegido solo por una capa muy delgada de atmósfera que es esencial para la vida”, describe el astronauta André Kuipers en la introducción del informe bianual Planeta Vivo 2012, que presentó el 15 de mayo pasado la ONG internacional World Wide Foundation (WWF), para la cual él es embajador.
El documento muestra un descenso global de la salud de la biodiversidad de casi el 30%, desde 1970 (cuando se empezó a hacer esta medición), y asegura que la población mundial está consumiendo el 50% más de los recursos que la Tierra es capaz de recuperar al año. Es decir, se necesitaría un planeta y medio para satisfacer estas demandas. Ese medio planeta adicional no existe.
Publicidad
¿Cuál es la causa principal para la enfermedad del planeta? El exceso de consumo. Todas las variables analizadas por este documento llevan a una sola causa, la excesiva demanda de bienes de consumo. Menos bosques, menos animales y plantas, océanos más calientes... una cadena que empieza y termina en una sola especie de esta frágil Tierra, el ser humano.
“Claramente, el sistema actual de desarrollo humano, basado en aumentar el consumo y una dependencia de los combustibles fósiles, unido a una creciente población humana y una deficiente gestión y gobernanza global de los recursos naturales, es insostenible”, describe el informe.
Publicidad
¿Cuáles son los síntomas de la Tierra? Uno de los datos que más se resaltan es que la temperatura media global de la superficie subió 0,8 ºC durante la primera década del siglo XXI, comparada con la primera década del siglo XX. Siendo estos últimos 30 años los que más han contribuido a esta cifra. “Las últimas décadas han sido más cálidas que cualquier otro periodo comparable durante al menos los últimos 400 años y posiblemente los últimos 1.000 años o más”, según el Consejo Nacional de Investigación de las Academias Nacionales de Estados Unidos.
La dinámica de la población humana es una de las principales causas de la presión ambiental, dice el informe, refiriéndose a que el tamaño de la población mundial ha aumentado más del doble desde 1950, hasta los 7.000 millones que la Organización de las Naciones Unidas estimó en el 2010.
Además, este mismo organismo prevé que para el 2050 la especie humana llegue a los 9.300 millones de individuos. “El mayor aumento se producirá en países con elevada fertilidad, principalmente en África y Asia, pero también en Latinoamérica y América del Norte”, especifica.
La población de Estados Unidos está en aumento principalmente por los latinoamericanos que tienen más hijos en promedio que el resto de etnias que habitan este país.
Al aumento de población se suma la tala de los bosques debido a diversas actividades humanas, liberando gases de efecto invernadero a la atmósfera, especialmente de dióxido de carbono (CO2). “Entre 2000 y 2010 se han perdido unos 13 millones de hectáreas de bosque al año en el mundo (según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura). La deforestación y degradación forestal genera más del 20% de las emisiones de CO2”, detalla el texto.
Sin embargo, se resalta que el principal culpable del calentamiento global a largo plazo es el aumento de las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero, especialmente el CO2 procedente del uso de combustibles fósiles. Una cantidad menor adicional de gases de efecto invernadero procede de la deforestación y otros cambios del uso de la tierra y su cobertura.
El Índice Planeta Vivo terrestre global cayó el 25% entre 1970 y el 2008; mientras que si se analiza la salud por separado, los resultados cambian. La salud terrestre tropical disminuyó casi el 45%, mientras que el estado terrestre templado aumentó cerca del 5%.
En tanto, la biodiversidad marina se ha deteriorado el 20% en el mismo periodo. Siendo las zonas tropicales las más afectadas, con un declive al 60%, mientras que el índice marino templado ha aumentado cerca del 50%.
El informe es enfático en aclarar que esta aparente mejora en los ecosistemas marinos no significa que este espacio se encuentra bien, sino que el periodo de estudio no es necesario para abarcar los diferentes cambios que este ha tenido, pues el deterioro de los mares es evidente por la sobreexplotación del recurso pesquero, principalmente.
Eliécer Cruz, representante de WWF en Ecuador (con sede en Galápagos), expone que de los indicadores globales, en el país se presentan en mayor medida la sobreexplotación pesquera y la deforestación. Aunque Cruz insiste en que se han implementado medidas como el monitoreo en las pesquerías y la prohibición de pescar ciertas especies por rangos de tiempo, entre otras; la situación aún es preocupante.
Mientras que entre las principales causas para la deforestación en el país, Cruz menciona que la creciente expansión de la frontera agrícola y la distribución desigual de la tenencia de la tierra propician escenarios para la tala de madera, entre otros factores. Sin embargo, el experto resalta que esta problemática está ligada a la pobreza que aún persiste en el país, principalmente en las zonas donde más se concentra el recurso natural.
Aunque Ecuador representa a una pequeña parte del globo terráqueo, en el informe Planeta Vivo 2012 se llama a todos los estados a hacer frente al declive de la salud de la Tierra. Ecuador, al encontrarse en la zona tropical del globo, es parte de la región más afectada. Investigación, control natal, reducción del consumo son las principales sugerencias referidas en el documento para evitar que el planeta Tierra continúe enfermándose.
Detalles: Alertas del informe
Conclusiones
El Índice Planeta Vivo de agua dulce disminuyó más que el de cualquier otro bioma. El índice incluye 2.849 poblaciones de 737 especies de peces, reptiles, anfibios y mamíferos encontrados en lagos, ríos y humedales de agua dulce templados y tropicales. En general, el índice de agua dulce global descendió un 37% entre 1970 y el 2008.
Deterioro ambiental
El índice de agua dulce tropical disminuyó en un grado mucho mayor, el 70%, la mayor caída de todos los índices de biomas, mientras que el índice de agua dulce templado aumentó cerca del 35%.